18. A las nueve

242 17 0
                                    

Cuando la noche se apague vas a darme un solo beso

Me despierto sobresaltada por unos golpes en la puerta, me acomodo el pijama y me fijo la hora. Recién son las 8 de la noche, ¿quién será? Inmediatamente me viene Bruno a la cabeza y Sol, santo cielo. Abro la puerta desesperada pero casi caigo cuando veo a Emiliano recostado en la pared, paso mi mano por los ojos intentando desvelarme, ¿acaso estoy soñando?.

--Buenas noches –dice y mira inquieto para el pasillo.- ¿Puedo pasar?

-- Eh si... -abro un poco más la puerta y el entra a mi habitación. Acomodo mi cabello y cierro la puerta.- ¿Qué haces aquí? ¿No tienen un show dentro de... -miro mi celular.- dos horas?

-- Si, pero Nico me dijo que te irás  dentro de un rato–pasa la mano por su cabello y mira alrededor. Cuando su mirada se posa en mis piernas desnudas un calor invade mi cuerpo. No alejo mi mirada de la suya y me acerco un poco, o mucho, hasta que mis pies y sus botas chocan. No pienso mucho porque Emiliano estampa sus labios contra los míos, sus manos atrapan mis caderas y me aprieta contra su cuerpo. Me besa suavemente y yo me dejo llevar, mis manos recorren y tironean su cabello, es algo que desde la primera vez que lo vi quise hacerlo... no sé, su cabello parecía (y es) tan suave. Nos besamos durante un rato más hasta que el aire se agota y nos separamos, aunque nuestros cuerpos quedan pegados y nuestras bocas apenas se rozan. Su aliento choca en mis labios y sin poder evitar los dos sonreímos.- ¿Cuándo volves?

-- Emi...

-- ¿Cuándo volves?

-- Dentro de una semana, supongo. –intento alejarme pero el no me deja, se saca la camisa quedando con su camiseta de Suenan Las Alarmas y se sienta en la cama, palmea su lado y yo sin saber qué hacer me siento a su lado.-

-- Estoy un poco asustado –confiesa riendo, una de sus manos acaricia mi rodilla y con la otra me acaricia el cabello.- Todo esto, vos... hace dos años enloquecí por esos ojos y por esa sonrisa –sin poder evitar mis mejillas se vuelven rojas.- Esa timidez, pero eres tan valiente. -me besa.- Espero el momento adecuado para que podamos estar juntos, pero me di cuenta que somos muy diferentes, y si seguimos así... cada uno a un ritmo diferente, nunca se nos va a dar.

-- No estoy entendiendo –lo miro y el baja su mirada a mis labios, el calor vuelve a invadir.-

-- No quería empezar una relación en medio de esta locura, en medio de un tour. Pero al parecer es la única manera de no perderte, quiero tenerte para mi... -mis oídos ya no escuchan, solo puedo pensar en una cosa y es en el aliento de Emiliano en mis húmedos labios, ¿por qué hace esto? Es tan excitante.- ... se que actuo como un idiota, pero es que soy así, no voy a estar exponiendo mis sentimientos ni mis relaciones. Si aceptas, podemos estar tranquilos... se que me quieres, y vos sabes que te quiero. No necesitamos nada más. –yo asiento sin poder decir una palabra.- Estaría bueno que no me dejaras hablando solo... -abro los ojos  y veo como el me mira divertido.-

-- Acepto si, no creo que pueda estar lejos de vos

-- Que bueno que tocaste ese tema... -entrecierra los ojos.- ¿No vas a desaparecer de nuevo, no? Por que que cosa que me agota la paciencia es que desaparezcas! No cuesta nada avisar.

-- Prometo no desaparecer, desde cuando no me ignores completamente... esta bien que no te guste andar a los besos, y a mi tampoco me gusta, pero no hagas como si nada pasara entre nosotros. –el asiente.-

-- Y... ¿qué haras en capital? –pregunta cuando me acomodo sobre la almohada, el acaricia mi cabello una y otra vez.-

-- Tengo el primer tribunal... y mi mejor amiga está por tener bebe... -mis ojos empiezan a cerrarse y escucho como el me vuelve a hablar pero no lo escucho, voy cayendo en un hermoso sueño donde la voz de Emiliano me guía por caminos impregnado con su aroma. Es el paraíso.-

Emiliano Brancciari es el paraíso.

O el infierno.

O el fuego.

Tampoco es que me importaría quemarme.

Autodestructivo | Emiliano Brancciari (NTVG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora