26. Tu nombre

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Siempre logras que llegue la calma, amo saber que cuido de vos  

Hoy era mi cumpleaños y no podía pasarlo mejor, estar acostada viendo una serie. No me gustaba festejar, odiaba hacer grandes reuniones; y haber almorzado con papá y su esposa, Ana, ya era lo suficiente para mi. Había hablado con Sol y Bruno un rato por video llamada y ahora estaba viendo un capítulo de Game Of Thrones, necesitaba ponerme al día y olvidar que pesar de todo, me dolía un poquito no recibir un mensaje de mi mamá. 

Entorno los ojos cuando escucho unos golpes en la puerta, ni me muevo.

--¿Qué pasa papá? –grito y veo como la puerta se abre lentamente y me sorprende no ver un señor de cabeza blanca, sino a una persona que era la última que quería ver hoy.- ¿Qué queres?

-- Hola. –entra a mi cuarto y me causa un poco de gracia lo cauteloso que esta siendo, ¿Qué cree? ¿Qué soy una leona?.- Feliz cumpleaños, Clara. Sé que si te llamaba no ibas a atenderme, entonces acudí a tu padre

-- Gracias. –me acomodo en la cama y pauso el capitulo.- ¿Qué queres? Pense que eras algo inteligente y sabes que sos la persona que menos quiero ver.

-- Sé, si. –deja su celular encima de mi mesita de luz junto con sus lentes y se sienta en la cama, mirándome de frente.- Pero quiero que hablemos, quiero pedirte disculpas.

-- Mira, siéndote sincera, no creo que arreglemos nada si? Estoy con nada de paciencia, y no quiero que la caguemos mas.... asi que... –Señalo la puerta.-

--Clara... -se queja.- Estas actuando como una niña de 5 años. ¿Vas a dejarme explicar?

-- No creo que puedas explicar algo, entendí todo perfectamente. Te acostaste con aquella mujer, no me lo pensabas decir, y dejaste que ella siguiera merodeando. Perfecto. –el rueda los ojos.-

-- No te lo dije porque sabía que me ibas a hacer una escena de celos... y odio eso.

-- No estoy celosa, estoy furiosa contigo Emiliano! ¿Acaso te gustaría que te dijera que te quiero, que quiero estar contigo, pero si aparece un ex, te dejo de lado y poso toda mi atención sobre él?

-- No... -me mira.- Ella no es mi ex

-- No me importa! –altero la voz.- Me sentí mal, porque tengo mucho miedo de empezar una relación, y estaba realmente empezando a confiar en ti... pero ahora tengo mil dudas. Además me dijiste cosas muy feas –me sincero, ¿Qué tengo a perder?.-... me dolió mucho Emiliano.

-- Perdón, estaba cansado y lo único que quería era dormir y venir contigo para Uruguay... -su mano se acerca a mi rostro para sacar un mechón de mi rostro.- Perdón en serio, Clara, he metido la pata feo. Pero al menos ten en cuenta al menos que vine hasta aca...

-- Cosa que no te costó mucho –me alejo.- Eres amigo de mi papá. –el ríe ante mi mueca.-

-- Pero no iba a venir. –comenta, juega con mi celular que esta en la cama.- Trague mi orgullo, nunca he hecho esto. Esto también es nuevo para mi, y también tengo miedo de empezar una relación de nuevo... y que termine como... en fin, sé que sientes los mismo que yo, entregarse por completo y que fracase. –yo asiento dándole la razón, pensé que esta primera conversación iba a ser horrible, pero ya hemos avanzado un montón.- Además se que tienes miedo de encontrar un tipo como tu ex novio, violento. Pero tienes que tener muy claro, que yo jamas te humillaría, y aunque se que ayer te grité... fue algo de nunca, todos saben que jamás grito... es más, nunca hablo demasiado y hoy estoy hablando un montón –ambos reimos.- pero quiero que me perdones, se que metí la pata, pero lo único que puedo hacer es empezar de 0 contigo.

-- Bue, tampoco vamos a empezar de 0. –el ríe y yo me derrito una vez más por su risa.- Esta bien, estamos bien supongo... -digo ya un poco cansada, cansada de alejarme y perder la gente que quiero-

-- Tengo algo para vos –lo veo levantarse y salir del cuarto, segundos después entra con una caja.- No quise llegar con turegalo porque ibas a pensar que te venía a comprar –sonríe y me pasa la caja.- Espero te guste. –yo ansiosa abro la caja y me encuentro con un hermoso ukulele negro, sonrío y sin poder evitar mis ojos se llenan las lágrimas.-

-- Te acordaste... -susurro abrumada, una vez comenté a lo suelto que quería un ukulele porque cuando era chica mi abuela (ya fallecida) me había regalado uno y hace pocos años atrás mamá lo había tirado a la basura, ya que no servía mas.- ... gracias! –me pongo el instrumento a un costado y abrazo a Emiliano, sus brazos me envuelven fuerte y hunde su cara en mi cuello. Mis lágrimas cae al recordar mi abuela, flash de ella enseñándome a tocar pasan por mi cabeza.- Perdón... -susurro cuando nos apartamos.- Me hace recordar a mi abuela. –Emiliano me sonríe y pasa su dedo pulgar por mi rostro limpiándome la cara.- Gracias, es un regalo muy especial, y más viniendo de vos.

-- Me alegra que te traiga buenos recuerdos –me sonríe y mira el ukulele.- En realidad no te iba a regalar esto ahora, pero como discutimos... tuve que replantear mi regalo. –mira la hora.- Bueno....me gustaría quedarme, pero tengo que ir a buscar a mi hijo. –vuelve a tomar su celular y lentes, yo salgo de la cama y me paro frente a él, me acerco y el me rodea la cintura con uno de sus brazos, con la otra mano retira mis cabellos de la cara. Unimos nuestros labios es un beso suave, como siempre, sin apuro, esos besos que me hacen caer cada vez más.-

-- Gracias, de nuevo. –él solo me sonríe y me guiña el ojo antes de retirarse de mi habitación.-


Autodestructivo | Emiliano Brancciari (NTVG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora