(Leer nota al final)
Ross
— ¿Te dejo mi número? — me pregunta Lindy, Lindsey... No recuerdo.
Ella se está vistiendo pero ni siquiera le presto atención a su cuerpo que horas antes había deseado a causa del alcohol.
— ¿Por qué querría tu número si no pienso llamarte? — pregunto sonriendo de lado y la mujer me mira boquiabierta.
— ¿Me has utilizado?
— Como si no supieras que era solo sexo, Lindsey.
— ¡Me llamo Anna!
— Casi.
Anna suelta un bufido y se va de mi habitación dando un portazo, segundos después entra Rydel mirándome mal.
— ¿Otra más? ¿En serio? ¿Acaso será así todas las noches de tu vida? — pregunta cruzándose de brazos.
— Tal vez. ¿Quién sabe? No pienso casarme ni tener hijos. Estoy bien así.
— Que una chica no te haya valorado no quiere decir que ninguna otra lo hará, Laura te arruinó y tú lo permitiste. Ella no era la mujer para ti, y ahora te has convertido en exactamente el hombre que ella se merece.
Me enoja escuchar el nombre de Laura. No quiero pensar en ella. No quiero recordar su risa, su cuerpo ni su encanto.
— Vete, Rydel. Es mi vida. — respondo fríamente.
— Solo venía a traerte esto, ha estado en la habitación de Riker y hoy me ha dicho que no es suya. — me dice para después arrojarme mi chaqueta y marcharse.
No encontraba esta chaqueta desde hace años, desde mi última vez con Laura... Habíamos venido para acá, nos acostamos en la habitación que ahora le pertenecía a Riker (en ese momento él estaba de viaje con Savannah, y yo vivía con Emma)
La dejo a un lado. Laura ya no formaba parte de mi vida, en realidad nunca ha formado parte, y ya estaba enterrada en el pasado. Aprendí mi lección: nada bueno sale al amarla. Enterré cada sentimiento y cada ilusión en lo más profundo de mi alma, no volvería a salir herido.
Mis hermanos y yo vamos a un bar esa misma noche, éramos solo Ryland, Rocky y yo. Vanni castraría a Riker si lo veía por aquí.
— Savannah se marchará a Inglaterra... — murmura Ryland dándole un trago a su bebida. — Se ha terminado todo entre nosotros.
— Lo siento. — digo sinceramente.
Inglaterra. Laura. Laura está en Inglaterra con Sophie y Mark. Me permito imaginarla unos segundos, ella ahora llevaba una vida feliz junto a un hombre que la amaba.
— ¿Por qué siento que todo está jodido? Kelsey es increíble, pero no es lo mismo que Savannah. Por Dios, son primas... Soy un hijo de puta.
— Sí. — dice Rocky y yo suelto una carcajada.
— Buenas noches... — murmura sensualmente una mujer colocándose en frente mío.
La miro detenidamente. Es caliente. Sonrío de lado.
— ¿Puedo invitarte una copa? — le pregunto.
— Soy Paula Wislom.
— Ross Lynch. Un placer.
Ella me mira boquiabierta, provocando mi confusión.
— Lo siento, debo irme... — dice rápidamente.
