Daehyun observó el reloj de oro Cartier en su muñeca sólo para percatarse de que ya era muy tarde. Su pequeña niña ya debía estar dormida con su abuela a pesar de que unas horas antes le aseguró dulcemente que esperaría por él completamente despierta.El hombre se sentía un poco culpable por no haber logrado salir más temprano.
Ese 28 de Junio sus treinta y nueve años le pisaron los talones finalmente. A tan sólo un año de subir al cuarto piso, el moreno se sentía viejo ahora sí. Pero de todos modos, él era uno de esos viejos que seguían siendo deseables, según la prensa, claro está.
Retiró los lentes de poco aumento que empezó a necesitar tan sólo dos años antes y suspiró con cansancio. Un día largo fue aquel, y estaba seguro que, a semejantes horas de la noche, ya no había nadie en el edificio de la empresa. YongGuk se había despedido hacia casi tres horas y le había aconsejado no quedarse hasta tarde, para al menos celebrar sus últimos treinta en compañía de su familia.
Pero el CEO Jung era terco y claro que iba a quedarse hasta las once y media de la noche porque así era él.
Estaba recogiendo el desorden de su escritorio en completo silencio, cuando un tímido golpeteo en la puerta de su oficina lo sacó de sus pensamientos. Pensó por un momento que lo había imaginado, pero cuando otra corta ronda de golpes suaves volvió a sonar en su puerta supo que no era producto de su imaginación.
—Adelante —Ordenó con voz ronca el CEO.
Se imaginaba que era YongGuk, que venía a reprenderlo como muchas veces antes por quedarse hasta tan tarde en el oficina, pero en su lugar, la conocida figura de cabello castaño perteneciente a YoungJae cruzó el umbral de su puerta.
Fue en ese momento, en que DaeHyun pensó que quizá no estaba imaginando cosas, sino soñándolas.
—Hola —Lo saludó el castaño, y pese a que toda su fisonomía gritaba seguridad, lo cierto es que el hombre moreno era el único que sabía leer al artista como si fuera un libro.
—Han pasado años —Fue muy tarde cuando Daehyun se dio cuenta que había expresado esas palabras en voz alta.
No obstante, no las retiró, puesto que era nada más que la verdad.
—Lo sé —YoungJae cerró la puerta tras su espalda, dando pequeños pasos dentro de la oficina del hombre hasta quedar a un espacio prudente de moreno—. Feliz cumpleaños, Dae.
El mencionado sonrió, sentándose en el borde de su costoso escritorio y cruzándose de brazos.
—Gracias —Pronunció, se atrevió a reír irónicamente—, supongo que no estas aquí sólo para eso.
Los labios rellenos del artista se estiraron en una pequeña sonrisa, un tanto triste a los ojos de DaeHyun.
—Lo será si así lo quieres —YoungJae se acercó un poco más, frente a frente con el hombre—, pero también, venía a invitarte a cenar.
—¿JunHong sabe de esto?
El castaño soltó una carcajada, asintiendo con la cabeza repetidas veces—: Sí, de hecho, él lo sugirió.
Daehyun alcanzó la derecha del otro con sus manos, acariciando su extremidad con parsimonia y recorriendo con la yema de sus dedos las casi imperceptibles marcas rojas que adornaban su piel rasposa.
—Aún lo haces —Y no era una preguntas, sino una afirmación por parte del moreno.
—Lo controlo —YoungJae se dejó hacer, disfrutando las efímeras caricias que eran repartidas por su piel.
El artista no mentía, y es que ha estado yendo a terapias de nuevo. Luego de Rose, el yo juró que nunca se iba a curar de ninguna manera, sin embargo, como siempre, JunHong estaba allí para salvar a su amigo y llevarlo a un nuevo psiquiatra de apellido Do que lo recibió sin chistar.
—Estoy mejor ahora —Le informó sincero—, mejor que cuando nos conocimos, mejor que cuando estuvimos juntos...
Daehyun depositó un suave beso en la mano prodigiosa del artista antes de dejarla ir, solo para levantar la cabeza y enfrentar al hombre de pie frente a él.
—Vamos a cenar —Lo interrumpió, acariciando su mejilla con el pulgar.
YoungJae sonrió de nuevo, esta vez más alegre que antes y se inclinó sobre el hombre moreno para dejar un beso en sus labios gruesos, que fue correspondido pese a todo.
—Tenemos mucho de que hablar ¿no es así?
Daehyun sonrió también, algunas arrugas de la edad apareciendo en la esquina de sus ojos pero aún asi luciendo atractivo como siempre.
Pese a los años, a las palabras dichas sin intención y los acontecimientos ocurridos, la pareja estaba segura que si sus pecho se aun se expandían y sus pupilas se iluminaban con la compañía del otro, sólo podía significar que ambos estaban destinados a estar juntos, como debió ser desde el principio.
FIN
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¿Pensaron que el anterior capítulo era el final? 🌚
Pues sí, se supone. Pero oye, me puse a pensar, y creo que debía darle un verdadero final ¿no?
Pakyu bella, como siempre, espero que te haya gustado 😚
Felices fiestas, y prospero año nuevo.
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Sucio [DaeJae]
Fiksi PenggemarEn donde YoungJae padece de misofobia y Daehyun quiere compartir una vida a su lado. Two-shot (porque un One Shot se queda corto) Géneros: Angst, romance, hurt/comfort. Advertencias: Lemon, lenguaje vulgar. Im_PAKYU esta historia es para ti~