Vos sabes que no me gusta
cuando te pones así, no llores princesa.
Estaba devastada, ella, mi princesa. Se encontraba en mis brazos llorando a más no poder, no sabia que hacer.
Vos seguí con tu sonrisa y el dolor dámelo a mi, que tengo experiencia.
En este momento daría lo que sea para poder ver esa sonrisa tan linda que tiene ¿Por que no puedo sacarle ese dolor? Ya tengo mucho con tenerla tan cerca y a la vez tan lejos. Un poco más no hace nada.
Si tuviera fe, besaría ya ese manantial de tristeza.
Y la miraba, ahí echa un bollito, cerca mío. Como cuando eramos chicos y sus papás se peleaban, siempre venía conmigo, siempre me abrazaba y lloraba en mi hombro. Y yo no podía hacer otra cosa que devolverle el abrazo.
No llores más, que hoy tenemos el viento a favor, y uno solo se equivoca para aprender de su error.
Así que hice lo que pude. Sequé su cara, la mire a los ojos y dije "No llores más por favor, vamos."
Naufraguemos esta noche y encontremos un lugar para emborracharnos.
La llevé a ese bar que ella tanto ama. Ese que pasan toda la noche rock y puede estar horas bailando al ritmo de una de Los Piojos, aunque no sea para bailar. Y por que no, tomar un poco, a ver si nos olvidamos de todo.
Que borracho el corazón toma ventaja y además, yo tomo coraje, si se da se da, y sino mejor.
Pero me olvidé de lo enamorado que me tiene, y que borracho mi corazón quiere salir. No perdió oportunidad para decirlo, para decir eso. "Te amo."
Porque no aguantaría hacerte llorar,vos sabés que no soy lo mejor.
Ella estaba tan borracha o peor que yo. "Yo tambien", me dijo, mientras tenia una mezcla de llanto y risa en la cara. Pero no me amaba de la manera que quería que me ame ¿Que más da? Si soy un desastre, acá en pedo en un barsito, emborrachandola a ella también con las excusa de verla bien.
Y sabes como me hace mierda verte mal.
Me hizo mierda verla así, llorando; ahora con su extraño estado. Ella me hace mierda. Estoy echo mierda.
Josefina, por favor no llores más.
El bar cerraba ahí al rededor de las seis de la mañana. Eran las siete y nosotros seguiamos sentados en el escalon de la puerta. Yo estaba mejor, en cambio ella se acordó de lo que tanto queria hacerle olvidar. Y lloró.
Josefina, me estas destruyendo.
"Es un idiota."
"Pero lo amo."
"Josefina, por favor no llores más, que el alma no esta hecha para soportar verte llorar."
Ella me sonrió. La primera sonrisa verdadera de toda la noche. Sabía cuanto amaba esa canción. Se llamaba como ella, se la cantaba siempre que estaba mal. "Te faltó una parte." Verte llorar mi amor. Hice un gesto de que no importaba. "Te hice sonreír por lo menos." Asintió, todavía con esa sonrisa que la hacía la piba más hermosa.
"Gracias, amigo."
