Capítulo 10

197 19 0
                                    

N/A: Nuevo capítulo! Actualización rápida para que no os quejeis... A ver que os parece.
.
.
.
.
Rick pasó una mano por su cabello y puso su mejor sonrisa. Esa de niño bueno. Esa que siempre le funcionaba.

-No puedes hacer nada...

-Aun soy tu madre, aunque tengas 25 años...

Entonces comprendió que en ese momento su sonrisa ya no funcionaba con Martha Rodgers.

Decidió pasar a la segunda parte de su estrategia, volvió a remover su cabello y puso su mejor mirada de gatito abandonado.

-Richard Ale

-¿Ni con esas mamá?-dijo haciendo morritos.

Ni con esas. Ni poniendo su mirada o pasando su mano por su cabello como cuando tenía ocho años. Ya no funcionaba. Su madre era inmune a sus tretas de niño bueno y estaba demasiado preocupada con él como para evitar darle una charla.

-No creo que sea...

-Tonterías-contestó exasperado moviendo sus brazos- ¡Sabes que odio todo esto!

-Rick...

-Es lo mejor que puedo hacer.

Ambos se callaron y se quedaron mirando.

Había llegado el momento de seguir adelante sin importarle nada. Tenía veinticinco años y sentía como si su vida se estuviera esfumando sin hacer nada al respecto.

Sentía que era un prisionero en su propia casa.

Él no tenía ningunas intenciones de quedarse ahí, trabajando con su padre... Ir de casa al trabajo, casarse, tener hijos, meterse en política, no leer, no ir al cine... No contemplar obras de arte...

No, él no había nacido para ello, no por lo menos para ello en esa edad.

A sus veinticinco años lo que quería era ver mundo, ver mundo y seguir a su corazón... Y su corazón lo llevaba a ella.

Kyra se había marchado una semana antes a la otra parte del planeta... Y él lo había permitido.

Se había quedado parado viendo como ella se marchaba y eso no se lo perdonaba...

Pero no pensaba perder más tiempo.

Rick miró a su madre una vez más, esta vez más serio que nunca.

-No te dije nada cuando te hiciste el tatuaje pero...-Rick alzó la mano y ella se calló.

-Madre, sólo quiero viajar... Quiero encontrar a Kyra, quiero conocer mundo... Quiero vivir.

Martha no dijo nada y suspiró.

-¿Y tu padre?

-Él no es mi padre-masculló.

-¡Richard!-se quejó la pelirroja.

Rick apretó sus labios.

-Lo siento, madre.

Su madre era la persona que más quería y sabía que ella adoraba a Jefferson Castle, el hombre que lo había criado como a su propio hijo y que le había dado su apellido pero que al fin y al cabo no era su padre y quien de vez en cuando aún cuando todavía era un crío se lo hacía recordar de la forma más cruel.

Jefferson amaba a su madre... Tener que aguantarlo a él solo era un lastre que aceptaba por la adoración que tenía a su madre desde el primer momento que la había visto en un escenario.

Luego su madre se había retirado para dedicarse a Jefferson y a su estabilidad marital y financiera ayudándole como secretaria de su empresa.

Y por supuesto a cuidar a Rick.

LostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora