Capítulo 14

258 18 0
                                    

N/A: Este capítulo en realidad iba a ser más largo, pero he decidido dividirlo un poco por que si no sería larguisimo. En fin. Espero que no os parezc amuy aburrido, sobretodo el principio.

Intentaré compensar con el siguiente ;-)
.
.
.
.
Abrió los ojos cuando sintió como le quitaban la tela o bolsa que le cubría la cabeza. Aun no estaba seguro de lo que era, pero sabía perfectamente que cubría hasta su cuello creándole una sensación de impotencia.

Sus pupilas intentaron adaptarse a la luz cegadora doliéndole.

La oscuridad se volvió claridad. El negro se tornó blanco de golpe causándole un dolor en los ojos y sintiéndose mareado.

Poco a poco fue adaptándose a la luz dejando de ver puntos brillantes que le impedían abrir los parpados del todo. Se sentía completamente desorientado y cuando trató de moverse sintió como sus extremidades estaban atadas.

Miró a su alrededor intentando moverse pero a cambio recibió un golpe en su espalda haciéndole caer de boca sin poder frenar el impacto de su mandíbula contra el barro que tenía a sus pies.

No recordaba cómo había llegado allí.

Miró a su captor un hombre de aspecto sucio, cabello grasoso y enredado recogido en una coleta, bigote y dientes amarillentos.

-¿Qué... Que ha pasado? ¿Quién eres?

El tipo sin responderle le levantó del suelo y a empujones le hizo moverse por el sendero de tierra húmeda, rodeado de arboles en medio de lo que parecía la selva.

Se detuvo un segundo cuando escuchó un arrollo y su boca seca le recordó que seguramente llevaba horas sin beber ni comer.

Los pájaros cantaban con fuerza a su alrededor aumentando la sensación de paraje desconocido y caluroso.

Se sentía asfixiado por toda la situación.

Miró hacia al cielo ganándose otro golpe en la espalda haciendo que sus pies trastabillaran sin llegar a caer. Se giró levemente comprobando que por el momento estaba solo.

Se frenó y volvió a girarse mirando con odio a su captor. No entendía nada.

El hombre sonrió cínicamente y le golpeó en el estomago y en la mandíbula.

Rick escupió al suelo sintiendo el sabor metálico de la sangre invadir su boca.

-¿Dónde estoy?

-¡Cállate!-dijo con un notable acento hispano.

Movió su mandíbula sintiéndola tensa y su rostro seco lleno de tierra. Unos molestos bichitos y algunos mosquitos revoleteaban a su alrededor sin poder espantarlos.

Intentó mover sus muñecas atadas. Era imposible.

Rick bajó la cabeza y miró su ropa sucia y hecha harapos.

Sentía el sudor bajar por su espalda. Hacía demasiado calor y estaba agotado. Se sentía sucio, sus huesos dolían... Apenas podía arrastrarse por entre el barro mientras caminaba y su cabeza dolía sintiéndose mareado.

Siguió en silencio siendo empujado por su captor, fijándose que portaba un arma por lo que todas las ideas de escapar en cuanto tuviera un momento se borraron de sus pensamientos.

Llegaron a un claro de la arboleda que seguían por el camino y se fijó en una gran caseta de madera y un par de jaulas de hierro detrás de ésta. Completamente invisibles a la vista que cualquiera pasara por el camino, aunque dudaba que alguien en su sano juicio paseara por allí después de ver todos los hombres que rondaban por la zona.

LostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora