Sirio

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Tan oscura es, la sombra de la silueta que se dibuja tan fina.

Sus curvas que revelan una bella figura,

Y subiendo la mirada bajo una única luz tan morena.

Le hallo aquella falta, su evidente impureza que se desvela.


De sus oscuros colores, y un vestido torrencial como la mar,

Me sonríe ella; aquella misma arpía deseándome algún mal.

Desde los cielos encoge sus piernas y se acurruca por sobre los astros,

Y antes de tomar su reposo anual, con una parda mirada borra todos sus rastros.


De los cielos bajó aquella mujer,

Y con sus encantos mi cordura hizo perder.

Entre tanta luz, se asomaba un destello,

Aquella sombra que ocultaba con esmero.

Y en el cielo queda no más que su estela,

Aquella, la más brillante estrella.


El Poeta y el PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora