Puso su mano en mi cara, y apresando mis pómulos, casi dolía, caía.
Decía siempre que las canciones le apasionaban más, como el viento en su cara; como la lluvia en su espalda. De vez en cuando olvidaba el paraguas, eso decía... Tan sólo para mojarse.
Y tocaba sus mejillas, y las jalaba hacia sus orejas, y sonreía, feliz, feliz como siempre.
Caminaba lento, y respiraba lento. Comía rápido y dormía poco. Pensaba mucho y de todo, en soledad, en soledad.
Y sus labios sostenía, y los desacomodaba como para silbar, pero silbar no sabía. y echaba su labio hacia arriba.
Una vez oíle decir que le gustaba el cielo, el cielo ver. Directo al sol, hasta que nada viera por él. Y le gustaba sentir su cara quemándose en verano, y sus ojos cegados.
Su naríz trazaba, como arte, de artista ni un pelo; Y estripábale como a un botón; Acostándose en el suelo, como en locura completa, cerraba los ojos, y movía las cejas, como apreciando una canción. Mientras lloraba, lloraba y lloraba.
Empujándose al sí, siempre al sí; y viviendo, la poca vida que hay por vivir. Poca, y lo que basta.
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El Poeta y el Papel
PoesiaPoemas y narrativas cortas. ---Ultimadamente me estaba hartando de leer poesía genérica que se escribe siempre de lo mismo, amor, dolor, desamor, todo en conjunto, más de lo mismo, antes de descartar la poesía como género contemporáneo y retirarme...