Capítulo III (con diálogos)

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15 de diciembre de 1987, Nueva York

Ya era por la mañana y Sophie y Annelise se acababan de despertar, para ir al instituto, pero antes tenían que ir a la cocina a desayunar.

Sophie estaba muy nerviosa porque iba a ser su primer día en un instituto europeo, pero aún así añoraba a sus amigos de Nueva York y todo lo que había vivido con ellos.

Ella estaba preguntándose de quién serían la iniciales que ponía aquel diario: L.L.N, pero aunque estuvo unos minutos pensando de quién podrían ser, no le dio tiempo a sacar conclusiones, ni buscar alguna referencia y tuvo que bajar a la cocina a desayunar, con la familia de Annelise.

Al llegar al instituto Annelise fue cruzando todos los pasillos hasta que llegó a una clase que parecía haber sido abandonada hace unos cuantos años.

- Creo que nos hemos equivocado de clase, ¿no?- dijo Sophie un poco dudosa -.

- No, estamos en la clase correcta, esta clase fue el lugar donde conocí a Iris - aclaró Annelise -.

- ¿Quién es Iris? - preguntó Sophie -.

- Iris es mi mejor amiga y nos conocemos desde los tres años - respondió Annelise -.

- ¿Y por qué tu amiga Iris ya está en el aula, si aún quedan 10 minutos para que comience la clase? - preguntó Sophie -.

- Porque vive ahí - contestó Annelise -.

Sophie muy sorprendida dejó que Annelise se la presentara y así poder conocer a Iris.

Annelise abrió la puerta y llamó a su mejor amiga Iris.

- ¿Hola? - dijo Sophie un poco dudosa -.

- ¿Iris?¿Estás aquí? - preguntó Annelise -.

De pronto se escucharon unos pasos y de un momento a otro apareció Iris sin que la hubiesen visto.

- Hola - dijo Iris -.

- ¡Qué susto! - exclamó Sophie -.

- Hola, Iris -respondió Annelise -.

- Un momento, ¿dónde está Iris?, ¿se ha ido? - preguntó Sophie -.

- No, está aquí - respondió Annelise -.

- ¿Dónde? - preguntó de nuevo Sophie -.

- Detrás tuya - contestó Annelise -.

Sophie miró hacia atrás, pero no vió nada, así que volvió a mirar hacia delante, cuando se encontró a Iris.

- ¡Aaaah! - exclamó Sophie -.

- Hola, encantada de conocerte Sophie - dijo Iris -.

- E, e, ¿eres un fantasma? - preguntó Sophie muy asustada -.

- Sí, algo así, pero antes de ser un fantasma fui una niña normal como vosotras, hasta que en 1978 un biólogo que compró nuestra antigua casa nos mató a mi hermana Lucy y a mí - contestó Iris -.

Sophie nunca había visto un fantasma, pero aunque a ella le encantaban estaba muy asustada porque era la primera vez que hablaba con uno.

- Seguro que Annelise ya te ha hablado de mí, ¿no? - preguntó Iris -.

- No mucho, es que sólo llevo viviendo en su casa dos días - contestó Sophie -.

- Bueno, ya me contarás tu historia en otro momento, porque en 5 minutos comienzan las clases - dijo Iris -.

- No creas que mi historia es muy alegre, pero tienes razón, ya te la contaré - dijo Sophie, un poco desanimada -.

La hermana de Iris, Lucy, era una niña de ocho años a la cual le encantaba dar sustos, pero Iris no le dejaba para no poner en peligro a Annelise y poder seguir siendo amigas.

Hasta que las asesinaron, Iris y Lucy, eran unas niñas a las que les encantaba la ciencia, pero a parte de eso su vida estaba llena de misterios.

Ya era hora de ir a clase y Annelise y Sophie se dirigieron hacia el aula 45, en el cual Annelise y sus compañeros tenían la asignatura de historia.

- Este es el aula de historia - dijo Annelise mostrándole el aula a Sophie -.

Sophie no respondió y entró a el aula cuando de pronto se encuentra a un amigo suyo de Nueva York, Mike, y se dirige hacia él para poder saludarle .

- ¡Mike! - exclama Sophie con mucha alegría -.

- Me alegro de verte Sophie, me acabo de mudar hace unos días, aquí, a Estocolmo por la empresa de mi padre - dijo Mike -.

-Mi historia de como he llegado aquí, a Estocolmo, es un bastante diferente a la tuya, y más triste - respondió Sophie un poco melancólica -.

Había llegado la profesora de historia y Sophie se presentó ante toda la clase junto a Mike, porque ambos venían como nuevos compañeros.

Fueron pasando las horas y ya se habían acabado las clases y Annelise ya se había despedido de Iris, así que Annelise y Sophie se dirigieron hacia casa, pero cuando estaban en el centro de Estocolmo, a 300 metros para llegar a casa...

A un paso del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora