Capítulo I

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Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos.

Paulo Coelho

13 de diciembre de 1987, Nueva York

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13 de diciembre de 1987, Nueva York

Sophie corrió como nunca había corrido para que su padre no le matase, pero él ya había asesinado a su madre (la abuela de Sophie) y Sophie llorando tuvo que correr hasta el centro de la ciudad para encontrar a alguien que le ayudase.

Sophie, al llegar al centro de la ciudad encontró a una familia sueca y les pidió ayuda, pero ellos no le entendían y tuvieron que llevarla a la policía.

Llegados a la policía, los agentes les comunicaron que Sophie tendría que quedarse con ellos durante un tiempo, porque su padre había asesinado a toda su familia.

Aquella familia había quedado muy sorprendida con la historia de Sophie y ella les dijo que era de Estados Unidos, pero la única que sabía inglés era una niña de su misma edad que le pudo entender.

Aquella familia le dió la bienvenida a su casa y Annelise, que era la única que sabía inglés, le presentó a todos los miembros de la familia: Sarah, la madre, Emma, la hija pequeña, Harry, el hijo mayor y Alexander, el padre.

La madre le dijo a Annelise que Sophie iba a dormir en su habitación y que tenía que ordenarla para que durmiese allí.

Annelise le acompañó hasta la habitación y le señaló donde iba a dormir y cual iba a ser su parte del armario, pero a Sophie le llamó la atención una foto que tenía Annelise con un niño de su misma edad, pero Sophie no le dió más importancia y siguió fijándose en su nueva habitación.

Sophie bajó las escaleras y vió que la madre de Annelise estaba cocinando un plato típico sueco y subió de nuevo a su habitación.

Sophie se sentó frente a la ventana y reflexionó sobre todos los sucesos que habían ocurrido últimamente en su vida y decidió que iba a escribir su propio diario en honor a su tío y prometió que a partir de ese día iba a escribir en su diario todos los días del año.

Ella cogió una libreta que se había traído de Nueva York y comenzó a escribir:

Día 13 de diciembre de 1987

Pronto va a llegar la Navidad y no me esperaba pasarla sin mi familia, pero voy a comenzar una nueva vida con mi nueva familia sueca y comenzar el nuevo año con ellos.

Parecen muy simpáticos y me cae genial Annelise, es muy simpática y muy agradable.

El día 15 de este mes voy a comenzar a estudiar en el mismo instituto que Annelise y podré conocer a todos sus amigos, pero nunca podré olvidar lo sucedido.

Mañana la policía sueca nos va a dar nuevas noticias sobre mi padre, pero yo no tengo ganas ni de saberlas, ni de escucharlas, así que no quiero saber nada de él.

Al acabar de escribir el diario Sophie bajó al salón a jugar con Annelise y con su hermana pequeña, Emma.
Sophie le dijó a Annelise si quería jugar con ella al ajedrez, pero Annelise no sabía jugar y Sophie le tuvo que enseñar las reglas del juego.

Cuando Annelise se supo las reglas del juego comenzaron a jugar y después de una partida muy difícil, ganó Annelise.

Por la tarde la madre de Annelise iba a colocar el árbol de Navidad, pero como era el primer día que Sophie estaba en casa decidió colocarlo el día siguiente, para que Sophie no llorara al recordar sus navidades en Nueva York con su familia.

Emma aún iba en primaria y tuvo que ir a su habitación a hacer los deberes y cuando tenía alguna duda sobre ellos le pedía ayuda a su hermana Annelise.

Pasados unos minutos cuando Annelise ya había terminado de ayudar a su hermana Emma, Annelise le pidió a Sophie que le contase más sobre su vida y cómo había sido su vida en Nueva York, pero Sophie no fue capaz de contarle su vida en Nueva York y lo único que le pudo decir fue que su vida fue muy dura y que no tenía ganas de volver a la llamada por Sophie "Ciudad de sangre".

Se había hecho de noche e iba a ser la primera noche durmiendo en la misma habitación que Annelise, Sophie estaba nerviosa, pero nunca iba a olvidar lo sucedido, ni lo que iba a suceder.

A un paso del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora