Capítulo V (parte I)

54 11 6
                                    

Aunque el mundo está lleno de sufrimiento, también está lleno de superación.

Helen Keller

17 de diciembre de 1987, Nueva York

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

17 de diciembre de 1987, Nueva York

Annelise llegó a casa y la tristeza y el miedo comenzaban a invadir su cuerpo.

Annelise llevaba muchos años ocultando el secreto de Iris, su mejor amiga, pero aún así esta sabía que llegaría el momento en el cual descubrirían que se estaba relacionando con un espíritu.

Sophie intentó calmarla, pero Annelise estaba muy dolida por dentro porque ella pensaba que había fallado a Iris.

Iris, era una niña de ojos azul cielo, y un pelo largo y rubio muy claro, hasta la fecha de su asesinato, ella siempre fue muy deportista y cada día le gustaba aprender cosas nuevas e interesantes.

La llamaban rara, pero ella se consideraba única y diferente a los demás, Iris pasó toda su infancia cuidando de su hermana Lucy, ya que su madre se pasaba la mayor parte del día trabajando y su padre había fallecido en un accidente de tráfico.

Annelise creía que Iris era un ejemplo a seguir, y por eso sentía que la había fallado.

Annelise y Audrey no siempre fueron enemigas, pero comenzaron a serlo en sexto curso, cuando Audrey con su maldad le quitó a su amiga Alice, la cual era una niña muy simpática, hasta que conoció a Audrey.

Audrey era una adolescente de ojos pardos, pelo corto y marrón castaño, a la cual lo que más le gustaba era ser superior a los demás y tener siempre la razón.

Aunque Sophie intentó que Annelise entrase en razón, Annelise no se vió capaz de ocultar ese sentimiento y corrió hacia el bosque.

Sophie intentó frenarla de todas las maneras, pero no fue capaz y de un momento a otro Annelise ya estaba en el bosque.

A Annelise le encantaba la naturaleza, la flora y la fauna, y por eso cuando necesitaba un tiempo de soledad para recapacitar, se dirigía al bosque.

Sophie, muy preocupada por Annelise, no sabía lo que hacer ante la huída de Annelise y se vió incapaz de decírselo a sus padres.

Annelise seguía recapacitando en el bosque y el dolor se iba adueñando de su corazón muy poco a poco.

A un paso del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora