Yo te conozco

144 12 3
                                    

Narra Christopher:

-¿Cuál es tu problema?- me grito. Rayos, creo que lo había arruinado. Intente darle otro beso, ya seben, de esos besos que callan a las chicas y hacen que te lo correspondan, peor antes de que pudiera hacer algo me dio una cachetada y me lanzo encima la cerveza del vaso que tenía en la mano.

-¡Idiota!- me grito. Se volteó y se fue.

Me quede atónito por unos segundos. Nunca me había pasado eso. Normalmente las chicas me besaban después de unos tragos y una conversación. Bueno, esta fue una excepción, nada importante. Aunque se llevó mi sudader

Me senté y agarré una botella de whisky para servirme, no, mejor me quedo toda la botella para mi solito.

Cuando ya iba por la mitad de la botella, me entraron ganas de bailar. Me levanté y fui hacia el lugar de la casa donde se oía más fuerte la música, me subí a una mesa y me puse a bailar. No tardo mucho para que me rodeara una multitud de gente. Todos me gritaban y me chiflaban (en especial las chicas). Empezaron a gritar: ¡Mucha ropa! ¡Mucha ropa!

-¡Si!- grite. Agarre la camisa de abajo y subí los brazos para empezar a quitármela, pero se me había atorado en la cabeza. Jale con más fuerza, pero no salía. Ah, claro, que tonto estoy: todavía tenía la botella de whisky en mi mano. La solté y se escucho como se rompía en pedazos, sentí un dolor en el tobillo. Todavía con la camisa encima de mi cabeza, trate de ver hacia abajo para ver lo que me había pasado, pero la mesa se empezó a tambalear haciéndome perder el equilibrio y me caí. Se escucharon unos "uhh".

Me volví a acomodar la camisa y me vi el tobillo. Tenía un pedacito de vidrio clavado en el. Me lo saque, mierda, me arde.

-Ouch, demasiada diversión por hoy.- murmure.

Me levanté y me fui cojeando hacia una silla. Agarre el vaso de alguien lleno de quién sabe que bebida alcohólica y me la eche en la herida. Diablos, no volveré a dar shows sobre las mesas en un largo tiempo. Aunque debo reconocer, que soy bueno en eso.

Tenía demasiado sueño. Ya me estaba a empezando a dormir cuando se escucharon unos gritos en la entrada y unas sirenas.

-¡LA POLICÍA! ¡VIENE LA POLICÍA!

Oh carajo, ¿qué no se puede dormir en paz? En ese preciso instante, todos se dispersaron. Uno empezaban a gritar, otro empujaban a los demás para salir por la puerta principal, algunos se salían por las ventanas. Oh habían unos idiotas que se escondían en los baños o en dónde pudieran.

Ah que idiotas..... En ese momento entré a la realidad. ¿Pero, qué me pasa? El idiota soy yo, que no me he movido ni un centímetro. Me levanté torpemente y me dirigí lo más rápido que puede hacia la puerta principal, pero en eso un policía abrió muy violentamente la puerta. Me di la vuelta y fui en dirección contraria. Mi corazón latía muy fuerte. Me fui hacia la parte de atrás de la casa, habían mucho escondidos por ahí. ¡Oh! ¡Una puerta! Pero tiene llave.... Agarré lo primero que encontré y le pegue al cerrojo hasta que se cayó. Y salí corriendo como si me persiguiera el diablo hacia afuera.

¿Pero ahora que hago? Albert y George me habían abandonado en la fiesta, y se había llevado el coche. Creo que debo de elegir mejor a mis amigos. No se a dónde ir, no soy de aquí. ¿Qué hago?

Lo más inteligente que se me ocurrió fue correr. Corrí lo más que pude, ya que mi tobillo no me permitía más. Estaba atravesando la calle cuando un coche pasó rápidamente. Lo logre esquivar por muy poco. Pero se escucho como si el coche le hubiera pegado a algo.

-¡HEY! ¡FÍJATE POR DÓNDE VAS BASTARDO! ¡CASI ME MATAS!- grite. Pero el auto ni siquiera se paro. De seguro no me escucho.

Caminen lo más rápido que pude hasta que no escuche las sirenas del las patrullas de los policías y empece a caminar. Llegue a un parque y me senté bajo un árbol. Me pesaban los ojos. Que noche más alocada. Cerré los ojos y me quede dormido.

El problema más grandeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora