El problema más grande

¿Eres...especial?

-......y entonces Matt me dijo: "¿Amber, quieres ir al cine conmigo?" Ahhh casi me desmayo. Obviamente le dije que si, pero no creo que una salida al cine sea un buen lugar para una primera cita. ¿Tu qué crees....Sophie? ¿Me estas escuchando?

-Ehh...¿qué? Perdón, ¿podrías repetirlo?- dije un poco distraída.

-¿Pero qué te pasa?- dijo Amber claramente ofendida por la falta de atención -Desde que llegamos a la escuela has estado muy distraída.

-Lo siento, estoy un poco cansada eso es todo.

En realidad no estaba cansada. Estaba nerviosa. No podía dejar de buscar a Christopher con la mirada. El me había dicho ayer que nos veríamos en la escuela, pero no lo veía por ningún lado. No le dije a Amber porque al parecer ella no lo puede ver. Así qué no quiero espantarla.

Sólo habían pasado dos clases desde que llegue a la escuela. Ahora estaba en el salón de literatura con Amber, esperando a la maestra que siempre llega tarde.

-Bueno, te estaba diciendo- retomo Amber -, que ayer Matt me invito al cine.

-¿Enserio? Wow Amber, creo que si le gustas.

-Eso espero. Pero debo de admitir que una salida al cine me pone nerviosa. ¿Has escuchado la opinión de Brenda sobré las películas que va a ver al cine con su novio? No. ¿Y sabes por qué es eso? Porque los novios nunca ven las películas cuando van juntos al cine. Se la pasan besuqueandose toda la película.- dijo Amber preocupada.

-Si, pero tu y Matt no son novios.- dije.

-¿No lo somos? Pero si me beso en la fiesta.- replico Amber.

-Lo se, pero eso no los hace novios.

Amber iba replicarme pero la maestra de literatura, la señora Parkinson, llego al salón. Empezó a hablar sobre un libro y nos ordeno sacar el cuaderno para copiar apuntes. Siempre he pensado que con una mejor maestra que la señora Parkinson literatura sería una de mis clases favoritas.

Después de 45 minutos de aburrimiento sonó el timbre. Todos salieron en forma de estampida del salón como siempre hacen una clase antes del descanso.

Salí del salón junto con Amber, mire hacia la derecha y me quede helada.

Junto al marco de la puerta del salón de enfrente se hallaba recargado Christopher. Su mirada estaba en la entrada del salón de literatura, como si estuviera esperando a que saliera alguien. Su mirada encontró la mía y una sonrisa se dibujo en su rostro. Dios, se veía tan guapo.

Su cabello estaba despeinado como siempre. Sus ojos café claro brillaban y seguía teniendo la misma camiseta azul y los mismos vaqueros de siempre.

Me hizo una seña con la mano para que me acercara.

-¿Sophie?- dijo Amber fijándose en mi expresión -¿Qué pasa?

-Ve a la cafetería y espérame allí, tengo que hacer algo antes.- le dije. Ella me iba a preguntar otra cosa pero yo ya me dirigía hacia Christopher.

El se enderezo cuando quede frente a el. -Hola- dijo con una sonrisa -. Estaba esperándote.

-Christopher, no sabía que ibas a esta escuela.

-Acabo de inscribirme esta mañana. Al parecer me quedare más tiempo en Seattle de lo que esperaba.

-Oh.- dije. No sabía que más decirle. Me di cuenta de que todos los que nos rodeaban se secreteaban mientras nos veían. Otros me miraban raro.

Al parecer Christopher también lo noto porque dijo: -Me parece que no somos bienvenidos aquí. ¿Te importaría mostrarme la escuela?

-Claro.- dije