⟮ las crónicas de alaska ryddle: libro 4 ⟯ siguientes libros disponibles en mi perfil.
Insatisfecha con lo que sabe de su pasado y deseosa de conocer más de él, Alaska se escapa del orfanato y se dirige hacia Little Hangleton, una villa muggle cuya...
El primer día de clases luego de la elección de los Campeones fue, probablemente, la mañana más tranquila que Alaska tuvo desde que comenzó el curso. Todos los estudiantes estaban tan molestos con Harry Potter por haberse presentado en el Torneo, y haber ganado un puesto, que ya nadie le prestaba atención ni se molestaban en dirigirle miradas de odio u otras acciones comunes. Eso la alegró.
En el receso previo a su clase de Pociones doble se encontró a Harry y Hermione dirigiéndose hacia las mazmorras, y aprovechando que estaba sola fue hacia ellos, deseosa de hablar con Harry.
—Buenos días, Harry. —Lo saludó colocándose a su lado, recibiendo extrañas miradas de la pareja de amigos.
—¿Hola?
—¿Y dime, como lo hiciste? —Preguntó la chica sin rodeos, Harry pareció cansado de escuchar la pregunta.
—Yo no puse mi nombre en el cáliz, Alaska.
—¡Oh, vamos! No me refiero a eso —Aclaró—. Poner el nombre en el cáliz no es una tarea difícil, yo misma lo hice.
—¿Tú lo hiciste? —Repitió Hermione, acercándose aún más.
—Como ya dije, no fue tan difícil —Recalcó Alaska—. Lo que quiero saber es como lograste salir elegido, ¿le pediste ayuda a algún maestro? Porque dudo que lo hayas logrado por tu cuenta. —Siguió diciendo.
—¿Viniste aquí a interrogarme o a insultarme?
—Puedo aprovechar la ocasión para hacer ambos, ¿no? De todos modos... —Las palabras tropezaron una con otra en la lengua de la chica, dejando de hablar cuando su vista captó a un chico moreno de Gryffindor que se acercaba a ella—. Merlín, ya tengo que irme.
Fue una suerte que los demás estudiantes de Slytherin llegaran unos segundos después, se acercó a Blaise y vio que, como ella, todos llevaban una insignia bien grande en la pechera de la túnica:
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—¿Te gustan, Potter? —Preguntó Draco en voz muy alta, cuando Harry se aproximó junto a Hermione—. Y eso no es todo, ¡mira!
Apretó la insignia contra el pecho, y el mensaje desapareció para ser reemplazado por otro que emitía un resplandor verde:
POTTER APESTA
Los de Slytherin explotaron en risa. Todos apretaron su insignia hasta que el mensaje brilló intensamente por todos lados.
—¡Ah, muy divertido! —Le dijo Hermione a Pansy y su grupo de chicas de Slytherin, que se reían más fuerte que nadie—. Derrochan ingenio.
