⟮ las crónicas de alaska ryddle: libro 4 ⟯ siguientes libros disponibles en mi perfil.
Insatisfecha con lo que sabe de su pasado y deseosa de conocer más de él, Alaska se escapa del orfanato y se dirige hacia Little Hangleton, una villa muggle cuya...
No tuvieron noticias acerca de la Tercera Prueba hasta que llego la última semana de Mayo, luego de las atareadas vacaciones de Pascua. La profesora Sprout le habia notificado a Cedric que debía ir al Campo de Quidditch aquella noche a las nueve en punto, donde el señor Bagman les hablaría sobre la prueba. Alaska, preocupada por la nueva información que Snape le había dado, le había pedido que tuviera extra cuidado con el hombre.
—Es un laberinto —Le informó Cedric a primera hora del día siguiente—. La Copa de los Tres Magos estará en el centro y tendremos que encontrar el camino hacia ella.
—¿Y qué tipo de obstáculos habrá? —Preguntó Alaska, escuchando mientras revisaba unos deberes de Tim.
—Bagman mencionó que podríamos encontrar unas cuantas criaturas mágicas —Respondió mientras la chica asentía—, romper algunos embrujos, ese tipo de cosas.
—No está nada mal —Admitió la rubia—, eres muy bueno con encantamientos así que esta prueba será precisa para ti.
Corrigió un par de cosas en el pergamino de Tim para luego entregárselo y explicarle lo que debía arreglar, había desayunado en la mesa Hufflepuff a petición del menor.
—Puedo enseñarte algunos hechizos útiles que sirven para enfrentare con la mayoría de las criaturas mágicas, he encontrado muchos que te vendrán perfecto.
—Tú deberías concentrarte en tus exámenes, no en ayudarme.
Eso era cierto, los exámenes finales estaban más cerca que nunca y Cedric, en forma de agradecimiento por su ayuda, prometió ayudarla a estudiar para sus exámenes (no sin antes tener una larga y seria charla acerca de las artes oscuras, la cual Alaska evito por varios días). El castaño había creado una serie de sesiones diarias en la biblioteca, e incluso habia aceptado ayudar a sus amigos: Archer, Ann y Blaise (Alaska dejó fuera a Draco, y Theo prefería estudiar a solas), los cuatro junto al mayor pasaban sus tardes en la biblioteca, estudiando, repasando y realizando pruebas rápidas acerca de los contenidos que entrarían en los próximos exámenes.
Unos par de días antes de su primer examen, cuando por las ventanas de la biblioteca entraban amplias franjas de deslumbrante luz solar, Ann llegó hasta ellos corriendo. Agitada, se sentó junto a Alaska apartando los libros para dejar una vieja libreta y trozos de pergamino sobre la mesa, todos con distintas anotaciones.
—Te lo dije —Comenzó a decirle a Alaska sin mirarla directamente, Cedric había ido a contestar una carta y Archer seguía en clases—, te he dicho todos estos días que algo está mal. Hoy, durante la clase de adivinación Harry Potter se quedó dormido...
—¿Y eso es algo inusual? —Se burló la chica.
—Estábamos estudiando las posiciones de los planetas, él estaba sentado junto a mí y cuando cayó de su silla —Ann ignoró la carcajada de Alaska—, su antebrazo rozo mi espalda.
