FASE 3-ESCAPADA IMPOSIBLE:

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El retumbar de la explosión de la mina, nos hizo temblar a los cuatro que estábamos tirados en el suelo. Al parecer, los soldados de Alex, habían neutralizado el detonador de una de las minas pero el otro hombre había logrado detonarla antes de morir. Por suerte para nosotros, logramos ponernos en pie y vimos que los chalecos y los cascos nos habían protegido. Aún con las armas en alto nos dirigimos a la puerta que la explosión había cerrado y nos colocamos contra la pared mientras yo, la abría con el pie y miraba el interior.

La detonación de la explosión había desmoronado la mayor parte del techo sobre las celdas pero por suerte para Alex y sus hombres el estar tan cerca de la puerta les había salvado. Pero no podíamos decir lo mismo de sus 4 compañeros, 3 de ellos mostraban heridas de gravedad y el 4º tenia una herida muy fea en la cabeza.

Algunos nos miraban atónitos, entonces me di cuenta de que el pelotón de Alex estaba compuesto por unos chavales que apenas llegarían a los 10 años de edad. Mientras que en mi pelotón yo era el mayor y acababa de cumplir los 14, además la visión de 4 comandos especiales superiores a ellos en armamento y rango tenia que impresionar o eso creía yo.

-Equipo de rescate Wolf a su servicio.- No pude evitar una sonrisa, aunque con la máscara que nos acabábamos de colocar no se me vería demasiado

-Ya tardabas demasiado ¿no?.- El sargento Wolf era el más grande de sus hombres, pero unas marcas en su cara y los cortes en la espalda de su uniforme indicaban que había sido torturado.- Doctor, encárguese de los heridos.

Un muchacho el más pequeño y escuálido de todos se dirigió rápidamente hacia los heridos y con movimientos hábiles de experto comenzó a hacer torniquetes.

-Sargento Rodríguez, ayude al doctor.- Mi tono era demasiado duro y exigente, y le expliqué con la mirada a Rodríguez que delante del sargento Alex así tenían que ser las cosas si queríamos ganarnos su respeto y el de los demás componentes del C.M.E.I. Ella solo asintió con la cabeza e ignoró mi mirada de disculpa.

Mientras que la sargento Rodríguez y el doctor trabajaban en los heridos, mis artilleros y los del comando de Alex salieron a comprobar los desperfectos producidos en el túnel a causa de la explosión.

Así que empecé a interrogar a Alex.

-¿Qué hacíais en esta zona?.- Él evitaba mirarme directamente.- MIRAME.-Entonces él me miro y vi la cara asustada del niño que él era en realidad.- Cinco años de favores he necesitado para que me autorizasen a ir a rescatarte. ¿En que estabas pensando?

Entonces, Alex levantó la cabeza orgulloso y me escupió las siguientes palabras: -Misión especial, no se podían decir a nadie, explotaciones mineras según oi cuando me interrogaban, pero yo no entiendo de esas cosas. Nuestro helicóptero fue derribado y los pilotos lograron eyectarse a tiempo mientras que nosotros caíamos en paracaídas prácticamente a nivel del suelo.

-¿Y esos cuatro que están heridos?¿Quienes son?.- Mi voz perdió su tirantez, me alegraba haber triunfado y haber cumplido mi misión pero el incumplimiento de las ordenes era algo que no estaba dispuesto a pasar por alto.

-Son simples civiles Micke, creo que experimentaban con ellos el tema de la mutación militar. Mal asunto este, como se enteren los del alto mando van a arrasar esto.

-Esta bien, vienen a recogernos tus amiguitos del helicóptero, pero tenemos que salir de aquí ¿entendido?

-Sí, Doctor estado de los pacientes. YA.- Su voz volvía a sonar firme y autoritaria. Como siempre.

Pero, antes de que el doctor pudiera siquiera abrir la boca.

-Estamos estabilizando a este parece ser que es el más grave tiene una contusión muy fea en el pectoral, además de una fractura craneal que sangra demasiado. Le hemos aplicado un sedante muy fuerte y analgésico para el dolor. Esta totalmente sedado, señor.- Era increíble como la sargento Rodríguez era mucho más eficaz que los "medicuchos" normales en todo. Desde análisis hasta operaciones pasando por diagnósticos, puntos, analgésicos, etc.

-Muy bien, sargento. Quiero que trasladen a los heridos en unas camillas…

-Ya estamos en ello.- Le encanta cortarme en seco, su mirada me decía que esa era su venganza por haberle hablado tan mal. Quien no siembra no recoge como decía el refrán de mi pueblo.

-Quiero que nos sigan al sargento y a mi en cuanto estén listos…- El pitido de mi transmisor de pulsera me avisaba del mensaje de Gómez desde las afueras del complejo.- Gómez adelante.

- Señor.. A duras penas.. recibo su señal..poco tiempo.. Apena…unos…2 mi..Utos.. Dese.. helicop..enemig..sobre la..cuidado es un …. Nos ponemos a cubierto... en la zona de recogida… Cambio y ………-Se acababa de cortar la transmisión pero no necesitábamos ser unos expertos para saber que un helicóptero enemigo había comenzado a sobrevolar la zona y que apenas teníamos unos 2 minutos escasos para llegar a la zona de aterrizaje.

-Listo.- La sargento Rodríguez cargaba junto con el medico la camilla con el herido más grave. Los otros 3 eran capaces de andar con unas muletas improvisadas.

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