Comandos escolares

CONTINÚA LA HUIDA

Guarde mi SPAS-12 y desenfunde mi carabina M16 y seguimos el túnel semi destruido, los artilleros ya habían evacuado y ahora el camino era mucho más ancho, un fino cable de cobre nos marcaba el camino seguro para huir. Los heridos se las apañaban bien para seguirme y en unos pocos segundos ya estábamos todos fuera. Pero, la presencia del helicóptero era un elemento demasiado disuasorio así que en vez de guiarnos hacia la salida el cable nos guio hacia un almacén de armamento, viejo, oxidado, desgastado y en desuso. Nuestros artilleros nos habían dejado unas motos en desuso viejas, antiguos modelos de Harleis y hondas además de motocicletas usadas en el antiguo tiempo nazi. Los heridos montaron en las motos y en una que llevaba sidecar se introdujo al herido. También había un furgón con ametralladora trasera. Ya sabia como lo íbamos a hacer. Pero… Tclick Tclak Tclick Tclak los disparos resonaban contra el metal. Nuestros enemigos habían despertado, cogí el detonador y mirando a todos, los cuales ya estaban preparados y montados.

-Rodríguez en el sidecar con el herido, Alex y sus hombres en las motos, vosotros los heridos a la furgoneta… Alex tu conduces la furgoneta

- Pero...- Intento quejarse, porque quería montar en moto.

-Esto no es un juego soldado, sus hombres le cubrirán pero también estos heridos pueden sernos útiles.-Le había insultado con la utilización de soldado en vez de sargento. Pero el mensaje había quedado claro.

-Yo puedo conducir… señor.- Uno de los heridos, el que parecía menos afectado, tenia una constitución fuerte y tendría unos 11 años de edad. Por esta vez Alex se había librado, todo gracias a un civil.

- Muy bien, Soldado.- El titulo le elogiaría o eso supuse pero su cara no parecía ni afirmarlo ni negarlo.

Me coloqué en la ametralladora trasera y… apreté el detonador las minas que había y el C4 de la cárcel estalló, además de las cargas de sentex de la puerta del almacén. La furgoneta salió la primera seguida por las motos, y entonces vi  todos los cuerpos de los soldados muertos por las minas, pero aún había varios nidos de ametralladoras que podían darnos problemas.

-DELANTE DEL FURGÓN.- Tenia que gritar para hacerme oír, mientras tiraba granadas en los nidos de ametralladoras que intentaban matarnos, por suerte la furgoneta me ofrecía un poco de cobertura, la cual no me evito los picotazos de alguna bala perdida.

 

Mi ametralladora no callaba ni un segundo, y las enemigas se callaban para siempre a mi paso. Por ahora íbamos bien, el punto de encuentro estaba a unos 500 metros, y entonces las motos aceleraron y se alejaron para llegar a nuestro helicóptero; todas las motos menos el sidecar de Rodríguez. Alex estaba cambiando el plan, y lo ví… Un Helicóptero modelo Black Hawk, negro como la noche más oscura, armado con armamento viejo soviético, apenas podía ver algún punto débil, alguna junta. Ví como el piloto cargaba las armas, misiles tierra a tierra.