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Estábamos volviendo de los Barrens, como siempre yo acompañaba a Eddie, porque sentía que si dejaba a este mierdecillas solo por la calle, podría venir Bowers a partirle la cara, tampoco es que yo hiciera gran cosa, pero al menos nos pegarían juntos.

Si es que a romántico no me gana nadie.

-Oye Richie, ahora que lo pienso, no te he visto nunca sin gafas.- dijo Eds mirándome.

-¿Quieres verme sin gafas?

-Tengo curiosidad.

-Esta bien, esta bien, pero no te aproveches de mi, sabes que sin gafas no veo una putísima mierda.

-No pienso aprovecharme de ti, imbécil.

-Ya claro, eso decís todos al principio.

-¿Vas a quitarte las gafas ya o que?-dijo cruzándose de brazos, era realmente adorable.

-Ya va,ya va, impaciente de mierda.- dije quitándome las gafas.-¿Que te parece? ¿Sigo igual de sexy? ¿Pero que digo? Obvio que sigo igual de sexy, soy Richie Tozier.

No recibí ninguna respuesta.

-¿Eds?

-¿Q-qué? Ah si, estas igual de horrible que siempre.

-Ya claro, seguro que mi belleza natural te ha dejado ciego y ahora necesitas gafas tu también.

-¿Pero que dices idiota? Si eres horrible.

-Pues bien que le gusto a tu madre.

-¡Cállate! Eres un cerdo.

-Me amas.-dije sonriendo, no podía ver bien la expresión de Eddie pues seguía sin gafas.

-¿Me dejas probarme tus gafas?- dijo Eds de repente.

-Claro, pero no me manches los cristales con tus sucias manos.- dije dándole las gafas.

-¿Como me quedan?- preguntó.

-Seguro que te quedan de puta madre Eds pero solo veo borroso ahora.

-¿No ves nada de verdad?- dijo acercándose a mi.

-No.- dije comenzando a mover mis brazos.- ¿¡Eddie!? ¿¡Estas ahí!? ¿¡Cariño!? ¡No te veo! ¿Hola?- -Movía los brazos frenéticamente, pegando un par de veces a Eddie, ganándome insultos de su parte.

Una de estas veces que le pegue, agarró mi brazo, dejando mi mano tocando su mejilla, seguía sin mis gafas, pero me quede mirando a Eddie, bueno, a la mancha que tenia en frente, que podía ser Eddie o un violador.

Nos quedamos mirando un rato, todavía agarraba mi brazo, y mi mano se situaba en su mejilla, por alguna extraña razón comencé a acariciarla con delicadeza, no porque quisiera hacer alguna broma de las mías si no porque sentía la necesidad de hacerlo.

Pero el se separó de mi al cabo de unos minutos, minutos, que parecieron eternidades.

-N-no irás a besarme, ¿No marica?- dijo, se le notaba el nerviosismo en la voz.

-¿Yo? Pero que dices, mis besos son todos para tu madre.

-Imbécil...- suspiró y empezó a caminar, yo lo seguí.

-Oye enano, no te pongas celoso a ti también te quiero.- solté, pasando mi brazo por sus hombros.

-No estoy celoso.- dijo enfadado.

-Ya claro, bueno, ¿Piensas quedarte mis gafas o que?

-No, toma.- dijo y me dio las gafas, yo me las volví a poner, volviendo a ver con claridad.

-Mucho mejor, ahora puedo verte en alta definición.-dije acercándome a su cara.

-Quita, idiota.- bufó, alejando mi cara con su mano de un golpe.

-Ay, que borde eres cariño.

-Eres insufrible, Rich.-dijo poniendo los ojos en blanco.

Después de dejar a mi querido amigo, me fui directo a mi casa, no paraba de darle vueltas a lo que había pasado hace un rato, no entendía porque había tenido la necesidad de acariciar a Eds, ni que fuera un marica, no, a mi no me gustaba Eddie, lo tenia claro, solo era mi amigo.

<<Seguramente se me estén subiendo a la cabeza mis estúpidas bromas>>

Una vez ya en mi casa, subí a mi habitación y me tumbé en la cama.

No podía parar de pensar en Eddie, en su cara cuando se enfadaba, o en la sonrisa que provocaba en el con algún chiste estúpido, ¿Que cojones me estaba pasando?

I know a place we could go -REDDIE-Where stories live. Discover now