I know a place we could go -REDDIE-

3

Después de lo sucedido con Eddie, intenté mostrarme como siempre hacia todos, al fin y al cabo seguro que no había sido nada, iba de camino a los Barrens con mi Walkman reproduciendo una maravillosa cinta de música qué mi madre me había dado unas semanas atrás.

Al llegar me encontré con Bill tirando piedras al rio.

-Buenas tardes Gran Bill.- Exclamé sonriente,guardando el walkman en mi bolsillo, haciendo que Bill se girara a mirarme con otra sonrisa adornando su rostro.

-Ho-hola Rich.

-¿Todavia no ha venido nadie?-pregunté aunque la respuesta era obvia.

-No, lle-llevo un rato esperando.

-Bueno, pues asi podras disfrutar de mi maravillosa compañía.-dije sonando cómico.

-Qu-qué gran pri-privilegio.- dijo riendo.

Al poco rato llego Beverly con Ben.

-Habéis tardado mucho, ¿qué estabais haciendo parejita?- dije riendo.

-Beep beep Richie.-dijo la pelirroja dándome un leve golpe en la cabeza.-deja de fantasear.

-Pues Ben no se queja.- dije mirando a mi amigo, que tenía las mejillas de un color carmín.

<<¿En serio Beverly no se da cuenta de qué está loco por ella?>>

Poco después llegaron Mike y Stanley.

<<¿Donde coño esta Eddie?>>

-¿Alguien sabe algo de Eddie?-Preguntó Mike.

Lo único que se me ocurría es que alguien nos vio ayer y le hubieran pegado una paliza o le hubiera visto su madre y ya no le dejaba salir o algo asi.

-Voy a buscarle.-dije y me levanté.

-E-espera Ri-rich, vamos contigo.-dijo Bill.

Comenzamos a caminar, yo iba haciendo bromas estupidas haciendo que los demás se rieran pero seguia teniendo un poco de miedo al pensar en lo que le había podido pasar a Eds.

Cuando llegamos a la casa de Eddie todos nos quedamos plantados mirando la puerta de madera qué nos separaba del interior de aquel lugar.

-¿Creeis qué su madre nos abrirá?-preguntó Bev.

-A bill si, es el mas normal de todos.-Dije empujando a Bill delante de todos y el llamó a la puerta.

-¿Qué quereis?- dijo La madre de Eddie una vez abrió la puerta, iba con un chandal rosa que dejaba poco a la imaginación.

-¿E-está Eddie?- preguntó el tartajas y Sonia rodó los ojos.

-Acaba de volver del médico.

-¿Puede salir?- dije impaciente.

La mujer suspiró y se giró hacia el interior de la casa, pensé que iba a cerrarnos la puerta pero en su lugar llamó a Eds.

-¡Eddie cariño tus amigos están aquí!- gritó y a los pocos segundos pude ver a mi querido amigo bajando las escaleras con una preciosa sonrisa en la cara.

-Hola chicos, ¿qué hacéis aqui?- dijo una vez ya estuvo en frente nuestra.

-N-no sabíamos qu-qué tenías una cita con el me-medico hoy.- contestó Bill.

-Oh si, lo siento por no avisar.

-¿Bueno nos vamos o qué?- dijo Stanley.

-Si, claro, hasta luego mamá.- dijo el pequeño y se unió a nosotros.

-Ten cuidado Eddie ya sabes qué eres delicado.

-Si mamá...- respondió eds con un tono de fastidio.

Una vez ya lejos de su casa no pude evitar abrazar a Eddie, de verdad pensaba que le había pasado algo malo por mi culpa.

-¿Richie?- preguntó intentado separarse pero no lo consiguió.

-¿Qué haceis maricas?- pude escuchar decir a Stanley haciendome reaccionar y separarme de Eddie.

-¿No puedo demostrar mi amor por mi pequeño Eddie Spaghetti?- dije sonriendo y pasando mi brazo por sus hombros,

-10 dolares a qué acaban saliendo.-dijo Beverly.

-¿Pero qué dices?-dijo Eddie.-¿Como voy a salir con alguien tan... tan Richie?

Yo ahogué una exclamación y me llevé la mano al pecho.- Aagh Eddie, tus palabras me rompen el corazón, creo...creo que me muero.-dije tirándome con dramatismo al césped que había.- Solo un beso de mi amado podrá revivirme.

-Para ya Richie, eres idiota.- respondió Eddie dándome una pequeña patada en el pie.  

Al final volvimos a los Barrens y estuvimos toda la tarde haciendo el estúpido, había una pequeña brisa que hacia el calor de Agosto mas soportable, el cielo era azul y algunas nubes lo adornaban, decidimos tumbarnos a buscar formas en ellas.

-Eso es un pene.-dije yo.

-Yo veo un jarrón.- dijo Beverly.

-Otro pene.

-Unas flores.- sugirió Ben.

-Pene.

-Un coche.- dijo Mike.

-Pe-ne.

-¡Por dios Richie! ¿puedes decir algo que no sea pene?-Exclamó Stanley enfadado.

-Si, mira, eso de ahi, es el miembro masculino, también conocido como...

-¡Beep beep Richie!- Exclamaron todos al unisono.