C-11

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Arya contaba los billetes con cautela y miedo, tenía temor de no haber recogido suficiente y tener que seguir con los golpes en su cuerpo.

—No puede ser.— exclamo volteando a ver a Jackson que tenía los nervios de punta viéndola a ella— !Lo logramos¡

No tardo en tirarse hacia el cuerpo del mayor a abrázalo con mucha fuerza, este le correspondió riendo y Daniel un fuerte apretón.

—¿Cuanto ahí?— preguntó curioso después de que la castaña se alejara de él.

—!Seiscientos noventa dólares¡— sonrió y los sus ojos tenía pequeños brillos y daba saltos de emoción, si, Arya podía ser una persona muy fría y molesta, pero también una chica alegre y divertida— !Tengo para pagar los dos meses¡— exclamó con notable felicidad, hasta sentía que iba a llorar.

—Ahora tienes setecientos cuarenta.— hablo el azabache extendiéndole cincuenta dólares más, ella abrió los ojos con asombro.

—!No Jack¡ !No puedo recibirlos¡ Digo !Son tuyos¡

—Entonces tómalo como un dinero adelantado por tu trabajo en el bar.— el voleo los billetes y ella finalmente los acepto.

—Gracias Jackson.

Este asintió, él le dio paso para que se montara en su vehículo y ambos fueron hacia su antiguo departamento.

En el camino sentía como le comenzaba a doler los moretones que le habían hecho y los nudillos rojizos y ensangrentados, pero valió la pena, todo había valido la pena. Peleó en cinco peleas, y en dos perdió, las apuestas que hacían por ella o las que ella misma hacía frente a otras personas hizo que se ganara ese dinero. Jackson tampoco se quedó muy atrás, él también participó, y en las tres peleas que estuvo ganó, además Arya aprovechaba y apostaba por él ganando más dólares.

En fin, todo aquel esfuerzo había servido para algo, y se agradecía profundamente de que Jackson la ayudase tanto, pero a la vez, se sentía mal, se sentía mal porque sabía que no le podía devolver el favor de la misma manera.

Llegaron al edificio y ambos bajaron de la motocicleta, él la decidió acompañar hasta la puerta del hogar que iba a reclamar.

Llegaron a su piso y aún estaban sus cajas regadas allí. Antes de irse al bar había agarrado lo más importante de las cajas, su laptop, lo demás no le importaba tanto.

Suspiró y tocó la puerta de su vecina, miró a Jackson que asintió en tono de aprobación.

Tras unos minutos, la anciana salió.

—¿Eres tu de nuevo? ¿no te dije que te fueras?— bramó la adulta mayor con agresividad, ahora Wang entendía porque su menor le tenía tanto odio.

—Señora Brown...— habló con paciencia Arya pero fue interrumpida.

—Antes no me habías llamado... ¿Como dijiste? !Ah¡ Ya recordé "¡Hija de puta!"— impidió sus palabras la anciana enojada esperándole cerrar a la puerta a la castaña antes de que se perdiera su novela.

Arya y Jackson suspiraron a la vez, eso los hizo reír a ambos.

—!Y encima traes a un muchacho¡— grito la dueña que no se había dado cuenta de la presencia de Wang.

—Lo siento mucho señora Brown, pero por favor, escúcheme.— la anciana lanzo un sonido en forma de que siguiera—. Le tengo el dinero de los dos meses atrasados, por favor, deme la llave.

Remember me ⤖ Jeon JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora