-Ahhhhhh, ¡Theo!
Se detiene.
¿Por qué carajos se ha detenido?
-¿Qué pasó?
-¡¿Por qué te detienes?!
-Pensé que te había herido. Por tus gritos...
-No seas idiota -suelto un gran suspiro acompañado de una risita burlona- lo que hiciste con tu lengua ahí abajo, fue increíble. Jamás lo había sentido.
-¿Te refieres a esto?
Vuelve a hacerlo, y yo suelto un gran y sonoro gemido a la vez que arqueo mi espalda.
No se detiene, y eso me calienta más, ¡qué placer de la vida!
Tener a Theo en esto conmigo, me hace sentir una zorra, pero para mi comodidad ambos hemos acordado que se mantendría en secreto y sin sentimientos ridículos de por medio, solo sexo. Buen y placentero sexo.
Theo hace un buen trabajo lamiendo y moviendo su lenga en mi clítoris, se lo agradezco, hacía mucho que no teníamos sexo oral, y pues también me está recompensando por el excelente blowjob que le he hecho minutos antes.
Sin darme cuenta y saliendo de mis pensamientos, suelto una risita al sentir los labios de Theo sobre mi abdomen, tengo muchas cosquillas. A él no parece importarle eso, es por eso que sigue.
-¿Actuación?
Lo miro frente a mí.
Está con una sonrisa amplia mientras que con sus manos sostiene con fuerza y deseo los costados de mi abdomen.
Yo ruedo los ojos con una sonrisa de lado, me siento en la cama, haciendo que Theo quite sus manos de mí.
-¿Género?
Muerdo mi labio inferior al ponerme frente a él plenamente.
-Comedia romántica.
-ASCO, nonono. Mejor, acción.
Sonrío, con una mano toco su pecho y empujo un poco, él se deja llevar y cae de espaldas, rápidamente me coloco sobre él con una sonrisa.
El suelta un quejido placentero.
Al escuchar eso, lentamente voy moviéndome, rosando mi clítoris sobre su abdomen bajo. Él alza sus manos para agarrar las mías y así entrelazarlas.
Voy montándolo, cuando logro finalmente estimular mi clítoris, me dejo caer sobre su pecho muy agitada y ambos reímos.
-Eres perfecta, lo digo en serio.
Suelto una carcajada.
Theo, me abraza con un brazo y con el otro de alguna manera logra darme la vuelta. Yo boca abajo suelto una risita.
Toma mis tobillos con cuidado para abrir mis piernas, siento que él se acerca cuando ya están abiertas para él.
Cuando pienso que ya va introducir su miembro en mí, una puta llamada resuena en la habitación.
Es mi teléfono.
Decido ignorarlo, y al hacer eso, me siento frente a él y comienzo a besar el cuello de Theo de manera desesperada, en el beso voy colocando mis piernas a sus costados y él también ayuda colocando de manera muy hábil su pene dentro de mí.
Suelto un gemido mordiendo el lóbulo de Theo, lo abrazo por el cuello y comienzo a moverme de arriba hacia abajo, las manos de él pasan por mi espalda con delicadeza, pronto él posa su boca en mi cuello, para darle más acceso a este, tiro mi cabeza hacia atrás, disfrutando cómo acaricia con sus labios todo mi cuello.
