| Una Persona Como Ella |

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—Pásame mi pantalón –le digo al manager de Nevan.

Ya han pasado dos meses desde que él y yo estamos en este plan algo loco. No estamos saliendo, solo tenemos sexo todos los días y nos vemos siempre, oh! Y a veces va a la universidad a recogerme —lo que es genial, porque aún no consigo que los McInnes me devuelvan el auto— para ir a comer y luego nos vamos a mi casa o a su hotel para terminar teniendo sexo.

Lo genial de él es que no se lo está tomando en serio —o eso es lo que creo, porque no me ha dicho nada como otros idiotas lo hacen— y es algo que agradezco porque para nada quisiera comprometerme en algo sentimental con él, excepto para el sexo.

—Toma –me lo entrega.

—Será mejor que me vaya porque tengo que hacer unos trabajos de la universidad con Theo.

Mi teléfono suena.

¿Dónde carajos lo dejé?
Miro por todos lados buscándolo.

—Siempre estás con él. No me agrada.

Me pongo de pie, doy media vuelta y lo miro directamente con el entrecejo fruncido.

«¿Fue ese acaso un comentario de celos? ¡Ay, no!»

—Si te agrada o no, es tu problema Señor manager –volteo nuevamente– a él tampoco le agradas de todos modos, así que los dos están iguales...

—Con más razón, no me gusta que estés con él siempre.

Río.

Los dos hemos estado juntos desde que tuve sexo con él, luego de que abandonara la habitación de Nevan. El señor manager —y le digo así porque olvidé por completo su nombre y así es como lo llamo— se ha estado quedando aquí, según él por asuntos de trabajo, pero al principio —como siempre lo hago— le dejé claro que lo que tenemos ahora no es nada serio y él aceptó, firmó el contrato.

—Déjame recordarte algo, ¿sí? YO –subo el tono de mi voz– no te pertenezco –abrocho el botón de mi pantalón y me acerco a él hablando en coreano– también te dije claramente que esto no significa nada, solo sexo y tú aceptaste gustosamente, firmaste al instante sin siquiera pensarlo. Así que tus escenitas de celos te las vas tragando o no sé dónde te las metes porque no me está gustando esto –me detengo al estar a centímetros de su rostro- ¿okay?

Mi teléfono vuelve a sonar.

Él asiente.

—Sí, lo siento.

Sonrío con satisfacción, así me gusta.

Aprovecho el hecho de que estoy muy cerca a él y dejo un beso en su mejilla muy rápido.

Me volteo para seguir el sonido de mi móvil y lo encuentro, está sobre la silla donde dejé mi saco.

Lo tomo en mis manos, veo mensajes de Nevan y también de un número desconocido. Solo abro los de mi amigo.

"Lo siento, por no hablarte en todo este
tiempo, he tratado de asimilar lo que
pasó entre nosotros..."

"Si en algún momento te hice creer que
te quiero para eso, no es así..."

"Te aprecio mucho y no podría irrespertarte.
Te extrañaba, además... no nos veíamos
hace tiempo..."

"Discúlpame Petite, hablemos seguido
de ahora en adelante... Si tú así lo
deseas."

Sonrío.
Es tan tonto, ni siquiera estaba al tanto del tiempo en el que me dejó de hablar, de hecho ni me acordaba lo que había pasado.

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⏰ Última actualización: Oct 15, 2023 ⏰

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