Anakin and Padme, Are you an Angel?

Capitulo 4

El maestro Kenobi y su Padawan entran al senado con el Gobernador a su lado. Obi-Wan está concentrado en la protección del gobernador pero Anakin no pude evitar pensar donde está Padme y buscar por ella. 
Anakin ve a Padme caminando y hablando con un grupo de personas. Anakin empieza a correr para abrazarla, pero recuerda que nadie sabe nada sobre ellos. Entonces va a paso lento.
— disculpen, necesito a la senadora Amidala— Anakin le da un vistazo a Padme y es suficiente para saber que está sonriendo. Anakin deja salir un pequeño suspiro, que si no lo conoces, no sabes lo que significa. Padme lo nota. Ani estaba tan feliz de volver a ver a Padme y, especialmente, si está sonriendo— tenemos que arreglar algunos asuntos pendientes— todos miran a Padme, casi al unísono. Esta asiente y mira a Anakin con una mirada de ternura. Todos entienden la seña de la senadora y se van. Padme le sonríe a Anakin como nunca le sonrió a nadie. En eso la hace una pequeña seña con la cabeza para que la siga y él obedece. Ambos ríen mientras camina a hacia una de las columnas, que conecta el piso con el techo del pasillo en el que estaban. Cuando están en un lugar en el que nadie los puede ver, Anakin abraza a Padme con todas sus fuerzas y la levanta. Padme agarra la cara de su esposo y con un pequeño empujón lo obliga a besarla. Ambos están más felices que nunca. Abrazándose, besándose.
— Ani, que feliz que estoy. No te puedo explicar lo mucho que te extrañaba—
— si, se sintieron años alejado de vos mi amada.
Padme le sonríe. Pero la cara se le desfigura cuando Anakin hace una mueca y dobla la rodilla, como si estuviera apunto de caerse.
— Ani?— Padme está extremadamente preocupada— Ani, estás bien?
Anakin solo asiente. Padme no está ni un poco convencida. Ella lo mira y le toca la parte inferior de la cadera. Anakin hace una mueca, pero esta vez no es de dolor. Ambos sonríen, la sonrisa de Padme es perfecta. Si Anakin no la conociera tanto como lo hace, entonces no se daría cuenta que la está fingiendo.
— Padme, qué pasa?
Padme baja la mirada. Y se agacha un poco para tocarle el brazo. Donde parecía que Anakin estaba adolorido. Ella siente su piel y al ir bajando el brazo con lentitud y haciendo un poco de presión siente una parte mucho más blanda que las otras. Anakin da un gritito, que ahoga. Padme da un salto para atrás al ver la reacción de Ani. Ahora si está asustada.
— Anakin, esto no es un juego. Que te paso?— ella pregunta, con tono firme— amor, estás bien?— dice mientras le levanta la cabeza, esta vez con un tono de más comprensión.
Anakin la mira y le sonríe. Aun así, tiene los ojos llorosos.
— Mirassa tiene un gobernador un poco torpe. Mientras escapábamos se perdió más de una vez y fui yo el que tubo que ir a rescatarlo— Ani soltó una pequeña risita, que ahogó al ver la cara de su esposa completamente aterrorizada— amor, estoy bien. Fue solo un disparo— Anakin no podía creer que Padme se lo tomara de una forma tan preocupada, pero realmente le enternecía.  Y la entendía. El estaría igual si ella llegaba regresar a casa un día lastimada o herida de algún tipo.
En eso Obi-Wan entra en el panorama audiovisual de Anakin y Padme.
— vamos!— Anakin mira a Padme, para concentrarse, y cambiarla de esposa a senadora. Ella parece estar haciendo lo mismo. Solo les toma unos segundos, luego salen de atrás de las columnas y vuelven al pasillo. A la realidad.
La asamblea empieza.
Anakin no deja de mirar a Padme y ella no deja de mirarlo a él.
<< basta>> dice ella en su cabeza. Tiene que concentrarse, esta en el trabajo. Pero igual lo mira, ignorando su propio pensamiento.

La asamblea terminó y los Jedis reciben la orden de volver al templo. Obi-Wan le dice a Anakin que deben volver.
— si maestro, me iré a despedir de Padme— dice el Padawan
Este camina lentamente hacia la senadora y ella empieza a caminará hacia él, cuando lo divisa.
Se encuentran y de forma instantánea caminan, en silencio, hacia una habitación, que saben que estarán solos.
Entran y se abrazan. Los amantes se despiden, pero ninguno quiere separarse y ninguno quiere irse. Quieren quedarse así para siempre, donde Padme puede sentir la respiración de el en su oído y Anakin puede verla sonreír, con su cabeza apoyada en su hombro. Todo encaja perfectamente. Ellos encajan perfectamente, cuando están solos.
Al salir de la habitación, Anakin empieza a caminar hacia su maestro y ella va con sus amigos. Cuando el está saliendo por la puerta gira la cabeza para verla, ella lo está mirando. Se regalan una sonrisa mutuamente y con un meneo de cabeza se despiden.

Salen del edificio y Anakin vuelve la cabeza a su maestro que lo está mirando con seriedad. Ambos ruedan los ojos. Son extremadamente parecidos, tanto que asusta.

Se suben a la misma nave con la que vinieron y parten al templo Jedi.
Anakin empieza una conversación. A él le párese mejor que el silencio incómodo que se estaba creando.
—no, Anakin— contesta Obi-Wan— no creo que estés listo.
— yo nunca dije que creía estar listo— re-ataca Anakin
— pero lo insinuaste
—yo solo dije que me encantaría, en algún momento, ir solo a una misión— dice el Padawan
— mmmh— contesta el maestro para terminar la conversación.
Anakin abre la boca para contestar pero párese pensárselo y decide no hacerlo.

Llegan al templo y bajan de la nave. Mientras caminan a la sala de reuniones un pinchazo recorre el brazo de Anakin y este hace una mueca.
— no te limpiaste esa herida todavía?
— si, maestro. Me la limpié, pero eso no quiere decir que ya haya sanado.
— estás bien?— dice el maestro mostrando preocupación
— si, maestro. Gracias— responde Anakin.
Entran a la sala y Anakin se choca sin querer con el maestro Fic-No Met quien estaba saliendo de la sala. Con este movimiento otro pinchazo, incluso más fuerte que anterior recorte al Padawan. Ani hace una mueca ahogando un grito de dolor. Nadie más que Obi-Wan nota esta escena.
—Anakin, vamos. Siéntate— el maestro sonó más irritado de lo que quería, pero su aprendiz pareció entender su preocupación y se fue a sentar.
La reunión empezó y Anakin se concentró más que de costumbre. Cada tanto, un pinchazo le recorría todo el cuerpo, pero nadie pareció notarlo.
La asamblea terminó. Todo estaba bien en la galaxia, La Paz parecía estar cerca, siempre que las cosas seguían como están.
Obi-Wan sale de la sala con su Padawan detrás. Este le hace una seña de que pueden caminar al lado.
—si maestro?
—Anakin, cómo estás del brazo? Te vi quejándote ahí adentro
—no es nada, maestro. Gracias
— ve a la enfermería. Cúrate lo mejor que puedas.
— si maestro
— necesitas tu brazo para pelear
— lo sé maestro
— da gracias que no es el brazo con el que manipulas el sable
— bueno maestro
— ve!
—bueno maestro. Gracias maestro

Anakin va a la enfermería, los droides lo atienden. Cada tanto siente un par de pinchazos, pero los droides trabajan sin hacerle caso. Cuando terminaron, Anakin todavía sentía dolor. Pero estaba mucho mejor. Los droides le pusieron una o dos inyecciones para que sane más rápido.

Anakin sale de la enfermería como nuevo, le dijeron que tenía que volver una vez por semana, por un mes para que le inyectaran ese suero para que acelere el proceso de curación.
En este momento Padme está saliendo de su oficina para irse a su casa. Le permitieron ir a Naboo para cuando termine la semana y estar con su familia por un mes. Está esperando esa oportunidad, incluso si sabe que tendrá que estar lejos de Anakin por tanto tiempo. Padme saldrá mañana a Naboo. Y lo único que piensa es que quiere que Ani valla a casa a dormir. Anakin, que está saliendo de la enfermería, solo piensa en poder llegar a casa para estar con Padme.

Padre está durmiendo. El lado vacío de la cama la atormento por unos minutos, decidió esperar a Ani despierta, pero el sueño terminó por ganarle.
Unas manos la agarran por la cintura, Padme despierta asustada y una mano la agarra de la boca, ella intenta liberarse pero el era más fuerte que ella. Entonces Padme escucha una pequeña risa. Todo su miedo desaparece y se ríe. Las manos la sueltan y Padme prende la luz. Ve la cara de su esposo frente a ella y lo besa. Entonces duermen juntos, solos, abrazados. Sabiendo que al otro día se tendrán que despertar y fingir que todo esto nunca paso.