Pasaba de las tres de la madrugada y Marta todavía no había acabado su tarea para el colegio.
Estaba cansada y quería irse a la cama pronto, pero antes tenía que acabar este trabajo.
El tiempo pasaba y Marta se iba dormiendo poco a poco sobre su ordenador y su escritorio desordenado.
De despertó de repente y se dió cuenta que había pasado casi media hora mientras dormía. Entonces decidió que ya no valía la pena acabar los deberes porque estaba muy cansada y no le saldría bien, pero al intentar irse a la cama no pudo, había una enredadera que le aprisionaba la muñeca y cada vez que intentaba liberarse parecía que apretara todavía más.
Entonces pensó en todas las pelis que había visto y todos los libros que había leído, y le vino a la memoria uno en el que los protagonistas también luchaban contra una planta que les asfixiaba y que vencían relajándose, así que decidió tomar ese modelo y dejar de forcejear.
La enredadera no la liberó, de hecho, comenzó a trepar por su brazo, y Marta, que todavía tenía esperanza, probó una vez más lo de relajarse, pero esa situación no era una peli y no funcionó.La planta ya le llegaba al hombro y emezaba a enredarse en su cuello, pero no la estaba asfixiando, sólo parecía querer trepar más alto. ¿Quizá todo aquello fuera una broma de mal gusto?
Empezó a cubrirle la cara, y poco a poco se fue metiendo por su boca y notaba como bajaba por su garganta a la vez que empezaba a metérsele por la nariz.
Aquello ya no podía ser una broma, pero seguía siendo un hecho inexplicable. Si llegara a descubrir quién andaba detrás de eso... Se arrepentiría mucho.
Las enredaderas ya estaban dentro de sus ojos. Parecía que estuviera fusionada, pero creéme, no era nada agradable.Lenta y tortuosamente Marta se iba ahogando y perdiendo sus sentidos.
¿Porqué la estarían haciendo sufrir así?
Hubo un rápido momento cuando todas las puntas de la planta soltaron un líquido en su interior que ardía y con la última parte consciente que le quedaba a Marta pensó que era veneno y sintió todas las enredaderas salir muy, muy rápido de sus cavidades y volver a esconderse dentro del ordenador, preparándose para su siguiente víctima.Pero Marta no había desaparecido y seguía semi-viva, pues con el "veneno" que le había inyectado el ordenador mataba su parte física, pero el resto de ella se fue con las enredaderas y está ahora refugiada en internet, estudiando y subiendo sus conocimientos previos a su "muerte" en una página web maldita. La web dónde ella estaba buscando antes del ataque. Y dónde las enredaderas torturarían a cualquiera que entrara para así crear la página con más información jamás conocida.