Catalizador
Le tomó un enorme esfuerzo de voluntad, pero gradualmente Sirius logró nuevamente mantener sus sentimientos descarriados bajo control. No eran más fáciles de soportar, alarmantemente, parecían estar cada día más fuertes, pero cuando Sirius estaba cerca de sus amigos, podía enganchar una sonrisa en su rostro y fingir, a veces durante varias horas seguidas, que todo estaba bien con él.
Cada vez que sus pensamientos acerca de Remus vagaban en una dirección demasiado íntima, Sirius se pellizcaba fuertemente la pierna. Funcionaba, aunque ahora lucía un gran y sensible moretón justo encima de su rodilla izquierda. Aún sentía una secreta emoción por estar en compañía de Remus, y por la afectuosa consideración con la que lo trataba el chico de ojos marrones, pero intentaba no insistir demasiado en tales placeres privados. La amistad, se dijo a sí mismo, es mucho más valiosa y duradera que los pensamientos contraproducentes que había tenido anteriormente.
Fue bueno ser amigo de Remus. Remus podría hacerlo reír casi tanto como James. No estaba ni por asomo tan arrogante como Sirius había supuesto en un principio, y los deleitaba haciendo perversas imitaciones de sus profesores que tenían a Peter y James llorando de risa. Incluso el trabajo escolar parecía ir un poco más rápido con las ingeniosas explicaciones de Remus sobre los aspectos más turbios de la historia y el inglés.
Si Sirius de vez en cuando se sorprendía mirando la boca de Remus, o a veces tenía que clavarse las uñas en la palma de la mano para evitar tocar al otro chico de pasada, bueno, no era probable que muriera por eso. Había muchos otros chicos en el mundo. Gaveston todavía lo miraba de vez en cuando; tal vez la próxima vez, Sirius le devolvería la mirada.
Mientras tanto, había mucho más con lo que estar trabajando. Las lecciones fueron más difíciles, y la tarea era más pesada, ahora que estaban en sexto grado. Sus profesores siempre les recordaban que los niveles A que alcanzaran tendrían influencia en gran medida a las universidades que probablemente los aceptarían, así como las carreras que esperaban seguir.
Peter estaba desesperado, y sus amigos le recordaron que debía calmarse al menos tres veces a la semana. James también se estaba volviendo más serio acerca de sus estudios, y entre el trabajo escolar y el rugby, tenía menos tiempo para las bromas de las que él y Sirius normalmente se deleitaban. El propio Sirius no estaba muy preocupado por su futuro. Era un estudiante talentoso y sus notas eran excelentes cuando hacía el esfuerzo, y decente incluso cuando no lo hacía. Algunas universidades estarían encantadas de tenerlo, y si no, su familia estaba lo suficientemente conectada como para asegurarle una buena posición en algún lugar.
Experimentó un momento de pánico ante la idea de separarse de Remus cuando salieran de San Godric, dos años más tarde, pero se dijo que no fuera ridículo. No estaba preocupado por la posibilidad de nunca volver a ver a James. Él y Remus eran amigos. Tendrían tiempo para visitarse, incluso cuando ya no pasaran todos los días en compañía del otro. Sirius pensó en preguntarle a Remus sobre sus planes para el futuro, pero decidió no hacerlo. La tentación de alinear sus propios planes con los de Remus podría ser demasiado grande para resistirse.
Con la esperanza de estimular las ambiciones de sus estudiantes, muchos profesores invitaron a personas especiales a sus clases para hablar sobre sus carreras y sobre cómo una sólida comprensión de varios temas era integral para ellos. Tenían un ingeniero en Matemáticas, un doctor en Química, un periodista en inglés, un MP en Ciudadanía y, a finales de noviembre, a un arqueólogo en Historia.
Sirius se sentó más derecho en su asiento, intercambiando una sonrisa impaciente con James, cuando el profesor Binns anunció al visitante. La historia podía ser aburrida, pero la arqueología no. De acuerdo con las novelas de tapa blanda que a veces le pedía prestadas a su mejor amigo, todo se trataba de aventuras y peligros, y de encontrar tesoros perdidos de hace mucho tiempo, generalmente hechos de oro. Sirius miró al invitado mientras Binns hablaba sobre sus méritos, su posición con English Heritage, y la importancia de preservar el pasado, como si el visitante no fuera a explicar todo por sí mismo.
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Una cura para pesadillas [wolfstar]
Fanfiction1976-1978: Hay un chico nuevo y misterioso en el internado de San Godric, y Sirius no puede dejar de pensar en él, pero el secreto que Remus mantiene podría romper el corazón de Sirius.