La boda perfecta /Nanbaka/ yaoi

2° ¡Cásate conmigo!

La música sonaba en todo el lugar. Las personas giraban al son de esta y, cuando sobresalía alguna nota de su sitio, cambiaban de pareja al instante.

Nadie se daba cuenta de las trampas que estaba haciendo un pelimorado con el pelo de flechas muy peculiar y llamativo, al intercambiar todo el rato con la próxima persona que se disponía a bailar con él. La persona que le volvía loco, que daba una vuelta de 360° a su corazón con tan solo prestarle atención.

-Honey, me voy a sentar estoy algo cansado- señaló una banca donde le esperaba Uno y Nico.

Gruñó al ver el estúpido del rubio invitando al su bicolor a sentarse a su lado- No me gusta la forma en la que te mira...

-¿De qué hablas?-lo miró confundido- Uno es mi mejor amigo, además- lo miró con ternura y besó su mejilla- tú eres el único, baka- rió y se fue a sentar.

Honey lo miró con ternura y a la vez algo enojado por no poder enfadarse con él. Solo contempló la escena; Uno lo cogió del brazo a Jyugo y tiró de este, haciéndole caer sobre ellos entre risas.

Una vista que, a simple vista parece inofensiva.

-Honey, ¿qué te pasa? Tienes el ceño tan fruncido que te ha salido una arruga- comentó de repente su amigo, posando un dedo encima de la arruga.

-Cállate Trois- iba a fruncir el ceño, pero se contuvo- ¿qué quieres?

-¿Ya se lo has dicho?

-No... aún no. Espero el momento adecuado- se sonrojó un poco.

-¿Esperas a eso? ¿A qué te quite ese rubio de bote a tú azabache?

Honey gruñó- confío en Jyugo, o... lo intento...

-Mm... - se apoya en su hombro de forma pensativa.

-Eres tonto- soltó otro tono de voz proveniente de atrás.

-¡Kiji-san!

-Honey, escucha. Más te vale que te lances o te quitarán tarde o temprano a ese tipo- lo señaló de forma acusativa.

-Usted también...- desvió la mirada- De todas formas, aunque quiera, no tengo anillo.

-Toma- por arte de magia, tiene una caja envuelta con un par de anillos con las inscripciones de la pareja- quédate con estos, me los encontré en el suelo.

El pelimorado estaba pensando en demandarle pero... solo cogió la caja algo resentido y se lanzó al ataque.

-Kiji-san...

-Dime.

-Miente fatal.

Mejor no ahorramos esa parte...
En fin, nuestro amigo iba a buscar a su pareja para decirselo. Por una parte se sentía forzado, sin embargo agradecía ese pequeño empujón para que la otra parte que ansiaba lanzarse, lo hiciera.

No hizo ni falta ni buscarlo, Jyugo se aproximaba hacia él a paso ligero con el semblante algo oscurecido.

-¡Jyugo! Justo a tiempo te estab-

-Honey, tenemos que hablar...

Aquellas palabras se sintieron como un balde frío que le caía por todo el cuerpo- ¿pasó algo?

Jyugo dejó ver sus heterocrlmáticos ojos fijados en el sujeto que tenía delante- ¿Q-Quieres casarte conmigo? -se sonrojó al terminar.

-¿Eh...?

-Si no quieres... lo entiendo...

-¡No! ¡Digo! ¡¡Sí!!- se le lanzó alos brazos-claro que quiero, me llevo armando de valor toda esta noche para decirtelo...- retiró algunos flecos y beso su frente con satisfacción.

-¡Entonces toma!- sonrió, entregándole una cajita, que contenía un anillo- Estuve tan celoso al verte tan pegado a Trois que no pude contenerme...- hizo un lindo puchero.

Ambos, se colocaron el anillo que habían comprado para el otro y, a los poco mese se juraron amor eterno.