En un momento le pierdo de vista entre la gente, me ha dejado sola… De repente la música para y la gente deja de bailar, todos miran hacia el escenario el cual ahora está iluminado por focos de diversos colores.
-¡Buenas noches mundo! – Suena por todo el local la voz de un presentador bastante hipster - ¡Hoy tenemos el honor de poder escuchar al magnífico grupo que tanto furor está causando! Con todos nosotros esta noche… ¡Marceline & The Scream Queens!
Cuando el presentador termina de decir esta frase y antes de que yo pudiese procesarla, Marceline enfundada en un bajo y tres personas más se colocan rápidamente en el escenario saludando a todo el mundo.
La gente grita su nombre, yo no puedo creerlo, me voy acercando como puedo al escenario y cuando estoy tan cerca que si estirase el brazo podría tocar su pierna, ella me mira y me sonríe.
Aparece el sonido de unas baquetas golpeando y de repente la guitarra eléctrica estalla como una bomba. Los acordes se persiguen, la batería hace que el cuerpo no pueda quedarse quieto y cuando la primera palabra sale de la garganta de Marceline ya soy otra persona, otra Bonnibel que salta al ritmo de su música bajo el estribillo de "Numb" de Linkin Park. La discoteca entera canta con ella esas palabras y yo con ella. Sus ojos de vez en cuando se posan en mí y siento que me quema con ellos.
Cuando el bajo toca las ultimas notas el público estalla en vítores y aplausos, piden otra, quieren más, y yo también.
Después de 5 canciones más entre las que estaban, "All the things she said" de t.A.t.U y "Bring me to life" de Evanescence se despiden del público. Marceline intercambia un par de palabras con los demás miembros del grupo y baja del escenario hacia donde yo estoy. Al principio todos se abalanzan sobre ella para pedirle autógrafos o una foto, para darle la mano, o simplemente para estar cerca suya, y ella encantada les da lo que piden. 15 minutos más tarde es capaz de acercarse a mi sin que una horda de fans le corten el paso.
-Bueno princesa, ¿qué te ha parecido?
Por un momento no sé qué decir, no puedo creer que ella, la que estaba hace nada encima de ese escenario cantando, sea la misma chica que tengo delante de mí.
-¿Que cómo ha estado?... ¡Ha sido increíble! No me lo esperaba para nada la verdad, cuando te he visto allá arriba no me lo podía creer.
Su cara se ilumina ante mis palabras y sonríe complacida.
Me lleva hasta la barra y se pide una copa de vodka con limonada, yo pido una de vodka rojo con naranja y Marceline me mira sorprendida.
-Mira por donde la princesita bebe algo con sustancia.
Volteo mis ojos.
-¿Siempre eres tan sarcástica?
-N…seh, me viene de fábrica. -ríe.
-Y supongo que la tontería también ¿no?
-Eh princesa, tu tampoco te quedas atrás.
Pasamos el rato bailando, la música no es mala. Nos cruzamos varias veces a Marshall, sigo pensando que es muy guapo, pero en una de ellas va de la mano de un chico pelirosa con cresta, les vi bailar a lo lejos juntos y besarse.
-Gay tenía que ser. -suspiro.
Marceline me pilla mirandoles y me dice algo al oído por lo alto de la música.
-Es Gumball, el novio de mi hermano, van a hacer 5 meses pronto.
Noto que se le traba la lengua y alarga las palabras.
-Marceline… ¿cuántas copas llevas ya? - la miro preocupada.
-No lo sé - dice riendo medio borracha, la gente no ha parado de invitarle.
¿Cómo no me he dado cuenta de su estado antes?
-Vamos a casa - le tomo del brazo y tiro de ella hacia la puerta.
-No venga preciosa, disfruta de la fiesta - empieza a mover los brazos, casi da a más de una persona. Da pena.
Tiro un poco más de ella y tropieza cayendo al suelo. Busco a Marshall con la mirada pero no lo encuentro.
-Mierda, en este estado no puede conducir. -pienso.
Consigo sacarla del local y llamo un taxi, intento que me diga dónde vive pero sólo consigo balbuceos por su parte.
Al final opto por llevarle a mi casa. Le doy la dirección al taxista y en poco tiempo llegamos. El hombre me ofrece ayuda con Marceline, pero la rechazo.
Al llegar al apartamento la siento en el sofá, lleva todo el camino balbuceando. Lo único que se le entiende es "fiesta" y "alcohol".
Suspiro, ¿por qué me he tenido que meter en esto?
Se oye silencio, ha dejado de hacer ruido, puede que se haya dormido.
Vuelvo al salón y veo que está mirando una foto mía con mi madre cuando era pequeña.
-Bonnie… -veo lágrimas en sus mejillas- Bonnie… Bonnie…
Sigue llorando diciendo mi nombre. Mi madre era la única que me llamaba así ¿qué le ha dado? ¿por qué llora? Me acerco y le quito la foto de las manos. Ella me mira y empieza a llorar más fuerte lanzándose a mis brazos aún diciendo mi nombre. En un momento se calla y me mira a los ojos, los tiene hinchados de llorar. Me fijo en que los tiene de un ligero tono granate, no me había dado cuenta, son extraños. Creo recordar a alguien que también los tenía así.
No me estoy dando cuenta pero realmente estamos muy cerca. Marceline agarra mi cuello y me da un beso que yo no me esperaba. Intento separarme, pero me agarra fuerte, sus labios saben a alcohol. Cuando consigo que me suelte no sé qué hacer. Se acerca otra vez a mí, yo retrocedo y acabo con la espalda pegada a la pared. Pone sus manos en mi cintura y cuando creo que me va a volver a besar pone la cabeza en mi hombro y queda medio inconsciente. Suelto el aire que había estado manteniendo, aliviada. Le agarro y la tumbo en el sofá boca abajo.
Confusa, me voy a la habitación y me siento en la cama, me pongo una camiseta ancha y unos shorts y me quedo dormida al instante.
Disclaimer: los personajes no me pertenecen. La historia sí.
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¿Recuerdas?
FanfictionUna serie de acontecimientos cambiarán la vida de Bonnibel Bubblegum, una brillante joven de 22 años, sobre todo la entrada de la atractiva Marceline Abadeer, con la que tiene un comienzo un tanto confuso ya que parece saber algo sobre Bonnibel que...