III.

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Louis despertó buscando a aquel bulto que se encontraba a diario. Poco a poco fue cobrando el conocimiento y recordó lo sucedido la noche anterior. Dos rebeldes lágrimas cayeron por sus mejillas. Se levantó y se sentó en su cama mirando a su alrededor. Se levantó y fue al baño de su habitación dónde dos lavabos lo presenciaban de forma acusadora.

Louis se miró al espejo y  no se reconoció. Tenía los ojos rojos e hinchados. Tenía ojeras y bolsas bajo los ojos. Su mirada, que era tan suave y pacífica, mostraba una serie de expresiones irreconocibles para cualquiera que lo conociera.

Lágrimas escurridizas caían de sus ojos, pero no podía evitarlo. Había descubierto que el supuesto amor de su vida lo había engañado con el hombre en la faz de la tierra que él más odiaba; y que también resultaba ser uno de los mejores amigos de su promet- de su ex.

Poco a poco ese sentimiento de angustia y soledad se convirtió en puro enojo. Salió del baño y se aproximó a una de las mesas que se encontraba al lado de su cama. Cogió la lámpara que se encontraba sobre esta (que Harry había comprado cuando decidieron remodelar la habitación con una cama matrimonial) y la lanzó con fuerza hacia el otro lado de la pared, dónde chocó contra esta y cayó en el suelo hecho pedazos. 

Pero eso no fue todo para Louis. 

Rápidamente se fue por toda la casa rompiendo, lanzando y cortando todo aquello que le recordara al rizado. Los cuadros estaban rotos en el suelo, pequeños vidrios se expandían por los pasillo, los muebles estaban destrozados y en diferente posiciones, las mesas estaban rotas y el corazón de Louis destrozado.

Cuando ya no hubo nada más por arrojar en toda la casa, Louis se apoyó contra una pared y lentamente se deslizó hacia el suelo llorando.

~*~

- ¿Qué mierda, Harry? ¿Es una maldita broma? Dime que es una jodida broma porque estoy a punto de botar tu asqueroso trasero a la calle como el jodido perro que eres.

Harry lloraba en el sofá de Zayn, dónde había ido a verlo para solicitar su ayuda aquel día temprano en la mañana. Harry le había contado lo que había sucedido entre él y Louis, causando que el pelinegro le propinara una merecida paliza al rizado dejándolo con varios hematomas en el cuerpo y una mancha entre morada y verde en la mejilla. 

- Dame una maldita razón, Harry. Te lo advertí, mierda. Te lo advertí, maldita sea. ¡Incluso desde antes que salieran, te lo advertí, miserable hijo de puta! 

Harry lloraba con fuerza. Sabía que lo que Zayn decía era verdad, y no esperaba una mejor reacción de él cuando decidió visitarlo esa mañana.

- Vete de mi casa.

- No. Por favor, Zayn. Te lo ruego. -Dijo el rizado entre sollozos.

- "Zayn, por favor" Nada, Harry.

- Por favor, te lo suplico. Lo amo, lo amo con todo mi ser. Siento que quiero morir, me quiero morir. No puedo vivir sin él, no vale la pena. Por favor, Zayn. Sé que eres el único que puede ayudarme.

Zayn sacó un cigarro de la cajetilla de su bolsillo y lo encendió; le dio unas caladas, le dio el golpe y expulsó el humo por la boca hacia una de las ventanas que se encontraba abierta. Él no acostumbraba fumar dentro de su casa pues dejaba un olor incómodo luego, pero esta era una situación excepcional. Louis era uno de sus mejores amigos en la banda, lo conocía a diestra y siniestra, y por eso estaba tan enojado con lo que le había hecho el rizado. Estaba totalmente estresado.

- Tienes una oportunidad, Harry. Dime una razón válida por la que deba decidir en este instante que debería ayudarte.

Harry trató de calmar su llanto y metió la mano en su bolsillo para luego sacar un pequeño aro de oro. El rostro de Zayn, al ver aquel objeto, cambió por completo. De haber sentido todo aquel odio contra Harry, pasó a ser compasión por él. El que Louis le haya devuelto el anillo de compromiso implicaba algo serio. Zayn apagó el cigarro en un cenicero, sabía su decisión. 

- Está bien, Harry. Voy a ayudarte.

Harry se levantó rápidamente del mueble y abrazó a Zayn con fuerza, acurrucando su rostro en su hombro y llorando. 

- Gracias, gracias, gracias. Prometo que si resulta, voy a hacer de Louis la persona más feliz en el mundo, me mataría primero si le volviera hacer daño.

Zayn consoló al rizado entre sus brazos. Sabía que, esta vez, Harry cumpliría esa promesa (o él mismo se encargaría de él).

Half a Heart - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora