1 de Enero, 2018

0 0 0
                                    

Nuevo año, nuevo comienzo... lastima que empecé con el pie izquierdo.

Me gustaría iniciar diciéndoles de que a lo largo de estos años he tenido muchos crushes. Uno de ellos se llama Gonzalo, es un al mayor que yo y siempre me pareció muy lindo. Nunca pude conversar con el y estoy segura de que nunca supo quién era yo... hasta hoy.

Para pasar Año Nuevo suelo ir a la playa con mi familia en un club al norte de la ciudad. Lo bueno de ir hasta allá es que van muchos de mis amigos y conocidos. Gente de mi colegio y exalumnos muy lindos que suelen buscar chicas menores. Entonces ahí estaba yo con mis amigos sin ninguna esperanza de besarme con algún chico en Año Nuevo, hasta qué pasa él, quien fue mi crush mientras estaba en el colegio, no podía creerlo, se había acercado a nosotros. El llegó y me di cuenta de que estaba pasado de tragos y que quería con una amiga mía (una total decepción), gracias a dios mi amiga no quería nada con el, lo ignoro por completo y el se fue. Lo vi alejarse muy mal, no caminaba bien y estaba buscando a su amigo (incluso borracho se veía lindo), y como yo soy una buena persona me acerque a él para ayudarlo a buscar a amigo. Lo encontré sentado en una banca, me senté junto a él y conversamos un poco. Después de un rato se acercó a mi y me besó. Cada vez se ponía más intenso y se pegaba a mi. No podía estar más emocionada, mi antiguo crush me estaba besando y se sentía tan bien que no quería bajarle la intensidad, por primera vez, desde que estuve tan cerca con un chico, quería seguirla hasta el final y así fue.

Gonzalo me ofreció ir a su departamento y accedí. Cuando entramos nos dirigimos hacia el cuarto, pague la luz y comenzó a quitarme la ropa. No me sentí tan nerviosa como creí que estaría en mi primera vez, no se si fue porque estaba vez era con él o porque yo también estaba pasada de tragos. Me senté encima de él semi desnuda, el me besaba el cuello e iba bajando lentamente mientras tenía sus manos en mi culo. De un tirón de piso encima mío y me quito la poca ropa que me quedaba, saco un condon de su billetera y se lo puso. No podía estar más prendida en ese momento que simplemente hice todo por inercia, me eché, abrí las pierdes y lo deje hacer lo que quisiera conmigo. Al cabo de un rato de estar el encima mío, se levantó para que me volteara y ahí fue cuando los tragos de más le pasaron factura, se levanto y creo q se mareo porque salió corriendo del cuarto a querer vomitar. Me sentí tan avergonzada y asqueada que no me quedo de otra que cambiarme y salir de ahí.

Reflexión de lo qué pasó, no escojas a un idiota que está bien borracho para tu primera vez, terminará mal, con el imbecil vomitando encima tuyo (Gracias a Dios este pudo llegar al baño), tendrás una pésima experiencia y terminarás avergonzada como yo.

Welcome to my diary Where stories live. Discover now