La salvación de Alexei [Serie Ice Daggers 3]

Capítulo XXIV: Sangre por sangre

El lobo mantenía sus dientes en su cuello, presionando sólo lo suficiente como para matarlo lentamente, el bastardo parecía disfrutarlo. Alexei estaba tan débil que ya no podía seguir resistiendo, la impotencia y la furia ya no hacían reaccionar su cuerpo.

Estaba muriendo.

Ashley estaba en peligro, y ya no podía ayudarla.

En un último impulso desesperado, extendió las garras de sus patas traseras y le propinó un fuerte golpe en el estómago, el lobo chilló y disminuyó su agarre, Alexei se revolvió debajo y arañó su quijada, logró zafarse.

El dolor de su cuerpo sólo era opacados por el dolor de su pata delantera, la sangre manaba de su oreja, su espalda y su cuello. Le costaba mucho respirar. Pero estaba a decidido a defender lo que era suyo, aunque le costase la vida. Detrás de él, Jason estaba acorralado por los otros lobos, aunque seguía de pie, rugiendo furioso.

El pelaje de su rival estaba lleno de manchas rojas, y sus ojos ardían con determinación. Se agazapó de nuevo y tomando impulsó volvió a derribarlo, sacando el poco aire de sus pulmones, no le dio tiempo a esquivar su mordida, el lobo logró aprisionar su garganta por completo, asfixiándolo.

No había forma de salir vivo de esa...

De repente el lobo lo soltó, un aullido estremecedor salió por su garganta, el impacto lo derribó sobre su costado, al elevar un poco la cabeza pudo ver la razón de aquellos golpes.

Aria.

Estaba encima del lobo mordiendo con fuerza, arañando con furia. Alexei oyó sus huesos rompiéndose, la sangre salpicar, la piel y el pellejo desprenderse. Para cuando lo dejó, el lobo era una masa de carne sanguinolenta casi irreconocible.

Volteó la mirada y los otros lobos estaban en iguales condiciones, Hunter y Jason los habían matado.

Intentó levantarse pero su cuerpo estaba tan magullado que no pudo. Se arrastró por la hierba en dirección a la cabaña, pero Ashley ya no estaba.

Su corazón dio un vuelco y la adrenalina que acompañó al miedo le dio las fuerzas para ponerse de pie, rengueando giró sobre si mismo, gimiendo, la buscó con su mirada, la desesperación hizo trizas su estómago mientras se esforzaba por respirar.

Cuando todo pareció oscurecerse, notó la silueta de un puma arrastrando a un lobo...

•••

La rabia de Aria todavía no se extinguía cuando el lobo dejó de respirar. Había ido a ver a los nuevos para darles noticias sobre el progreso de sus cabañas, y cuando llegó el olor a sangre y los cuerpos muertos de tres lobos despertaron a la bestia en su interior.

No le costó mucho abatir al lobo blanco que estaba a punto de matar a Alexei, Hunter llegó apenas se enteró de lo que pasaba cuando estaba patrullando cerca, y apareció para ayudar a Jason.