Stiles no era un buen amante de los peligros así que trataba de estar lejos de ellos, a quien mentía, era un buen imán para el peligro de sus alrededores, tanto que la manada de Scott debía tenerlo cerca, bajo cuidado, para no meterse en problemas y así ser perseguido por el peligro hasta que pudieran salvarle, pero él no se hacía cargo de ello, sabía que no tenía culpa de ser tan curioso y que en su camino se atravesará algo peligroso, si no era culpa del mundo sobrenatural que había descubierto, si no fuera por aquel cuerpo y todo lo que sucedió cuando cruzaron por su camino entonces nada de lo que sucedía tendría que estar metido el, aunque debía admitir que esa adrenalina que sentía cada vez que estaba con la manada le hacian sentir bien.Ese día Derek Hale, el chico malo, el amargado, el que siempre lo trataba mal solo a el, por no ser un cachorro de la manada como todos los demás, llegó a su casa buscando su presencia, Stiles agradecía el día que su padre había decidido tomar las guardias de la tardes, porque si no tendría mucho que responder. No tuvo que pedirle que pase, porque el maleducado había pasado sin permiso viendo y burlándose de que el estaba disfrutando de una tarde de películas y comida, le quería gritar que como no era un cachorro lleno de hormonas donde seguían a cada ser humano que se movía para tratar de conquistar podía disfrutar tranquilo de sus tardes.
—¿Qué quieres Derek? Estoy en mi día de descanso, cuidar a los cachorros ya me estaba comenzando a volver loco.
El alfa parecía haber llegado de una pelea, porque en su remera había restos de gotas de sangre, aunque de su cara no había nada que le dijera que estaba herido, se sentó en el sillón tirando hacia un lado con el ceño fruncido un tarro de comida que Stiles se había esmerado en preparar, y le dedicaba una ojeada a la película, algo que se trataba de una película policial porque a él le gustaba aquello, el chico miró todo supervisando que no fuera peligroso para el, el chico de lunares sabía que lo único peligroso en esa casa era su padre, el Alguacil stilinski con su escopeta cargada, pero no estaba ahí para que Derek lo viera.
—¿Puedes irte? Trato de pasar una buena velada con mi pareja.
—¿Tú pareja?— preguntó Derek confundido.
—¡Pues yo mismo! ¡Duh!
Cuando creyó que Derek Hale se iría de la casa por la carcajada burlona que había dejado escapar, se sorprendió a verle subir escaleras arriba hacia la planta alta donde estaban las habitaciones, Stiles comenzó a correr detrás de él llevándose sus manos a su cabeza nervioso, no era de verse todos los días al alfa de la manada entrando a su hogar y se dedicará a pasear por ella como si fuese alguien cercano, ambos se odiaban, solo eran peleas, sarcasmos y amenazas por parte del más grande donde usaba su frase matutina "Te arrancaré la garganta con mis dientes." Algo que al principio le había intimidado pero ahora se había vuelto una frase sin sentido que ahora se había convertido en la frase con la cual se burlaba Stiles, no le temía al mayor, pero a veces era intimidante. Cuando entraron a su habitación, vio a Derek ir hasta la computadora, prenderla y colocarle algo en la entrada de USB para que la pantalla se llenará de números, símbolos y letras, curioso el chico de lunares se acercó hasta el para ver la pantalla.