Segunda parte de "Arrestados juntos" porque sé que merecía segunda parte y ustedes merecían leerla. (ESO SI, ES MEDIO LARGO :V, ME INSPIRÉ)
[Contenido +18 (medio mal redactado), léelo bajo tu responsabilidad, por favor.]
[3702 palabras]
Derek.
Las travesuras de Stiles Stilinski no acababan, podía verlo aún correteando con sus amigos, manejando su Jeep sin control junto a su compañeros y mirándolo desde lejos cuando sabía verlo esperando que sus amigos salieran de comprar, la mirada del niño siempre le estaban exigiendo algo, como si quieres más de él y a pesar de lo que había sucedido en la comisaría, aquella vergonzosa confesión y todo ese incómodo rato el chico pedía buscar más de él, pero no podía darle nada, porque no tenía nada para ese chico de lunares, a pesar de que Stiles sintiera alguna atracción, el debía poner los pies en la tierra, no podía dejarse confundir por un pequeño vándalo que aún estaba en una edad muy común en los jóvenes mientras que el ya no, el trataba de evitar que esas rebeldía molestaran el pueblo.
—Señor Hale, el ex alguacil Stilinski está esperando por usted en su despacho, cambio.
Derek reaccionó, escuchando la radio, ese día había salido a patrullar, a veces estar encerrado le consumía mucho y lo agobiaba, así que solo prefería manejar aquel auto vigilando las calles del pueblo, mirando a las gentes disfrutar de aquellos momentos que rara vez solía disfrutar, ser el alguacil mayor era pesado y casi sus días de descanso constaba con una llamada de los aprendices o las molestias de Stiles y su manada cercano a él, una vez los había encontrado en el patio de su casa husmeando y el había tenido que recurrir a salir con una escopeta dándole un tiró al suelo viendo cómo los jóvenes salían corriendo asustado, pero como siempre Stiles se detenía cerca de la arboledas para observarlo, Derek lo decía, ese chico era raro, muy raro para sus gustos.
— Iré en camino, cambio.
Arrancó su auto que había detenido para descansar, se había colocado junto a un restaurante mientras comía el pedido del día, pero como siempre había algo que debía interrumpir, y esta vez no era Stiles si no su padre, y aunque lo admiraba tanto la comida era primero, estaba comenzando a alucinar por el hambre agotándose rápidamente. Manejo con cuidado hasta la comisaría, caminando hasta dentro del establecimiento y dirigiéndose sacudiendo su traje hasta su despacho, y ahí estaba el, el padre del famoso Stiles Stilinski, el alguacil que perteneció a ese lugar por años, ahora con ropa civil y unas que otras canas, lo vio pararse para que ambos estrecharán manos.
— Hola Alg... Señor Stilinski ¿A qué se debe tan agradable visita?— preguntó.
Ambos se sentaron en sus lugares y era raro cuando antes era al revés, se enderezó en su silla y miró con atención como el señor se incomodaba un poco.
— Sabes, el cumpleaños de Stiles es mañana, sus dieciocho años, pronto será adulto y entrará a otra etapa— comentó en un titubeo Stilinski.
No le parecía extraño que comentará aquello, antes de jubilarse el alguacil sabían pasar tiempo hablando de sus temas personales, y el joven Stilinski con sus travesuras ocupaban una parte del tema, a veces eran buenas, como sus conocimientos a la hora de historia o a veces malas como siempre estando comportándose como un bandido en un pueblo que todos le conocían dejando mal la reputación de su padre, siempre conseguía sacar a todos de las casillas.
— Esperemos que con ello deje de andar alterando el pueblo— bromeó Derek.
Vio como el hombre reía un poco nervioso y apretaba un cuadernillo que estaba en el escritorio, que estaba doblado en un círculo, un poco fuerte, algo que alarmó al nuevo alguacil.