Küssen | Oushitsu Kyoushi Haine | [Heine x Leonhard]

11. A kiss to make up

¿Lo había arruinado?

Muy probablemente... no, de hecho la palabra "arruinar" era adelantarse a las cosas, era dar por hecho que algo no tenía remedio. Una palabra un tanto fuerte aún.

Cuando todo en esta vida tiene remedio... al menos que no encuentres a la persona por la cual estas dejando todo tu orgullo a un lado para poder pedirle disculpas, porque hasta el lirio blanco de Glanzreich sabía pedirlas.

Le había llevado más de una hora encontrar al pelirrojo, hubo en un momento en el que se había empezado a desesperar pues lo busco hasta en el jardín y nada de él.

Claro que nunca se le había ocurrido que Heine se fuera a enojar ese día... que los dos se enojarían y agarrarían para cada lado con tal de no discutir. Así como tampoco hubiera imaginado que lo encontraría en aquella parte del palacio.

— ¡Hermano!— gritó la pequeña rubia al verlo pasar enfrente de su habitación. Al parecer la princesa había abordado al tutor cuando este se encontraba caminando hacia su habitación.

—Adele ¿Qué... qué pasa?— preguntó al momento que le recibía con un abrazo.

— ¡Hice un retrato del profesor con Shadow! ¿Te gustaría verlo?

—Si... si me gustaría verlo— contestó, verla y ver lo que dibujaba siempre lo alegraba pero encontrar a Heine ahí le ponía un tanto nervioso.

— ¡Bien! Solo espérame unos minutos y te lo muestro— y sin más la niña salió corriendo de la habitación dejando un silencio incomodo detrás de ella.

Ninguno de los dos decía nada, ninguno de los dos volteaba a ver al otro, al menos eso era lo que aparentaban.

—Yo... yo lo siento— susurró Leonhard colocando uno de los mechones largos detrás de su oreja. —Tal vez no sea el momento ni el lugar, pero debía decírtelo... Sé que estuvo mal que me pusiera celoso de unos niños.

—Como tutor entendería si se pusiera celoso de ellos como alumno— comentó con un suspiro un tanto cansado. El tutor había decidido ir a visitar a los pequeños su día libre, algo que no le pereció muy bien al rubio. —Pero celos de...

—Lo sé, lo sé... y en serio lo lamento— dijo interrumpiéndole antes de que terminara la frase, Leonhard se acercó un poco a donde este se encontraba.

—No sé por qué se está acercando, ni siquiera intente algo aún estoy molesto con usted— un ligero puchero apareció en uno de sus cachetes.

—Lo siento— y con una sonrisa en el rostro el príncipe le dio un beso fugaz en la comisura de los labios, debía de ser rápido pues no sabía cuándo regresaría la pequeña.

—Esto ya no suena a una disculpa sincera ¿Lo sabe, verdad?— preguntó Heine enarcando una ceja. —Pero de todas maneras la acepto.

En ese momento pudo ver como el rubio parecía haberse indignado y avergonzado al mismo tiempo, pues se había puesto rojo a lo que el pelirrojo simplemente sonrió victorioso.