18. More than one kiss

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Uno nunca sabe lo que la vida le depara y aunque muchas de las cosas que nos pasan pueden no gustarnos, abra muchas más que sí, el simple hecho de no saberlo es lo divertido. Así es la vida.

El destino es incierto, pues dicen que ni los mismísimos dioses lo saben todo.

Un caso es la persona con la que esta enlazada con aquel fino hilo rojo, un hilo que nunca se romperá, solamente se tensara pero solo eso. Uno no sabes quién va a ser o si la encontraras en algún punto de la vida y si lo haces, si lo encuentras, eras sumamente afortunado o afortunada.

Si uno supiera todas las cosas que va a tener que atravesar para estar con esa persona que quieres desde el fondo de tú corazón y con todo fervor ¿Las pasarías?

¿Aún a sabiendas que vas a sufrir en algunos momentos?

—Leonhard...

Aquella voz lo saco de su mundo de pensamientos, sabía de quien era. Simplemente alzo la vista para sonreírle con todo el rostro, manteniéndose sentado en el tronco en donde se encontraba, no tenía planes de pararse.

Heine. Él era la sorpresa de su vida, una que al principio no fue muy grata pero que con el tiempo no solamente se volvió amena sino que también provoco varios sentimientos que nunca había experimentado por ninguna persona.

Y aunque no lo dijera o no fuera tan expresivo como el príncipe, este también era la gran sorpresa del Tutor, nunca se hubiera imagino que alguien con aquel temperamento y algo infantil llamara su atención de aquella manera.

Ambos lograron que los días del otro fueran más alegres, que con una simple acción o una palabra pasaran del enojo a las sonrisas y del llanto a las risas.

—Llegas un poco tarde ¿No crees?— cuestionó el joven de ojos azules cruzándose de brazos pero sin dejar de sonreír en ningún momento.

—Puede que sí... ¿Has esperado demasiado?— Heine observó por un momento la hora que su reloj marcaba. Había llegado tarde por cinco minutos, inconscientemente aquello le dio risa. —Exagera por cinco minutos.

—Puede que sí pero...

—Pero de momento ya vamos tarde para ir con el príncipe Licht— interrumpió para terminar él la oración, haciendo que Leonhard pusiera un puchero. —Lo sé.

Siempre había creído que cuando llegara el momento de decirles a sus hermanos y su padre sobre lo que sentía por Heine, podrían llegar a no aceptarlo o simplemente dejarle, ese había sido su miedo durante mucho tiempo.

Que equivocado había estado, claro que reaccionaron de diferentes maneras pero ninguna era negativa. Eso alivio su corazón, además de quitar un peso de encima.

—Entonces debemos irnos de una vez— comentó rodando los ojos.

Claro que no irían caminando desde casi las afueras hasta donde se encontraban el café donde se encontrarían con Licht y probablemente con sus otros dos hermanos.

Fue difícil dejar el lugar en donde había nacido y pasado toda su infancia hasta una edad adecuada para considerarlo un adulto, pero era obvio que ahí no podría tenerlo a su lado, así que tomo una decisión... una que Heine no estaba muy seguro.

—Es lo que trato de decir, me estas regañando y ni siquiera me saludas primero— aquello era solo un reproche falso, de esos que le solía hacer el rubio cuando no notaba algo que hizo. No era como que eso le gustara completamente hacerlo él, pero de vez en cuando no estaba mal.

—Y no debería por haber llegado tarde... ¡Bien!— no era raro que tuviera que dar el primer paso para aquellas muestras de afecto, ya se había acostumbrado y aparte, no le molestaba pues era de las cosas que podía jactarse.

Coloco una de sus manos sobre las mejillas del pelirrojo, hacia tanto que había dejado de traer los guantes todo el tiempo que ya no se imaginaba tocarlo con algo de por medio, a pesar del tiempo aun no podían evitar ponerse un poco nerviosos y que el corazón les latiera con fuerza en el pecho.

Leonhard cerró los ojos cuando Heine posiciono su mano de la misma forma que había hecho momentos atrás, solamente que este le dio un pequeño beso en un la comisura del labio, logrando que sus mejillas se encendieran.

Verlo sonrojado era una de las cosas que más le gustaba ver en el joven.

Tomando una pequeña respiración termino cortando la distancia entre los dos. Un beso suave que conforme los segundos pasaban tomaba forma, cada vez que se besaban de esa forma podían rememorar el primero que se dieron. Claro que la torpeza de aquella vez quedo olvidada con el paso del tiempo, con cada beso que compartían, pero tenía el mismo efecto e iba cargado con el mismo sentimiento que no había cambiado en ningún momento, en cambio se había hecho más fuerte.

Un sentimiento que nunca cambiaria, eso lo sabían muy bien. La vida daba vueltas y sorpresas, ellos eran una y lo que les deparara lo tomarían.

¿Las pasarías?

¿Aún a sabiendas que vas a sufrir en algunos momentos?

Porque su respuesta era si, pasarían todas las cosas y lo harían todas las veces necesarias con tal de poder estar juntos, para poder estar en aquel momento.    

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N/A: Hola! Bueno pues sólo quiero agradecer a todos los que siguieron esta serie de drables, fue algo sumamente divertido y gratificante de hacer.

Esperó que este ultimo les haya gustado (Gracias a RainyLady05 y a AnnLightLothringen quienes estuvieron apoyandome todo el tiempo que los planifique, a las chicas del whats a quienes les di una pequeña sorpresa xD, luzmela gracias por darme tu apoyo 💜😍)

Sin más me despido.
¡Hasta la próxima!

Küssen  |  Oushitsu Kyoushi Haine |  [Heine x Leonhard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora