II. Desconfía

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Era día de tormenta en Seúl, había tráfico y los coches protestaban con sus incesantes pitidos, hoy se celebraba la llegada de Jaehyun a la empresa de Johnny, su mejor amigo. Una empresa que estaba subiendo en el ranking de multinacionales como Coca-Cola a pasos agigantados.

– Me alegro de que por fin podamos trabajar juntos Jaehyun. - dijo Johnny con una sincera sonrisa a su ahora nuevo socio en la empresa - Al principio te podrá parecer complicado pero bueno, en un momento u otro todos fuimos nuevos ¿No crees?

– Gracias por darme una oportunidad aquí Johnny, yo... - decía Jaehyun con tono tímido, pero antes de que acabará la frase su amigo le cortó.

– No quiero agradecimientos, estás aquí porque te lo has ganado, y por eso mismo nos vamos a celebrarlo a un sitio que seguro que te va a encantar. - dijo Johnny con ilusión.

– ¿A dónde vamos? - preguntó curioso Jaehyun.

– ¡Reverie World! El mundo del que te hablé, han hecho nuevas actualizaciones y mejorado las narrativas, es nuestro momento Jaehyun. - dijo Johnny convenciendo a su amigo de lo increíble que era el exclusivo juego.

– Pero no sé nada sobre cómo funciona Johnny ¿No crees que es un poco precipitado? - Jaehyun mostraba preocupación ante la propuesta.

– Bah eso no es nada, allí mismo antes de subir al tren, te preparan y te dan una guía básica de cómo va todo aquello, todo asegurado, serán las mejores semanas de tu vida. Qué me dices ¿Te vienes?

– Vale, si tú lo dices... - dijo casi en susurros.

Jaehyun no estaba del todo convencido pero pensándolo bien no iba a perder nada probando nuevas experiencias y esta en concreto con sensaciones muy fuertes. Lo veía como una forma de acercarse más a Johnny ya que ahora iban a trabajar juntos, no vendría mal ser lo más cercanos que fuera posible.

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Era un nuevo día en Reverie World, hoy llegaban nuevos huéspedes en busca de aventuras, el bucle se renovaba, la trivialidad del día a día.
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Taeyong se levantó de la cama que prácticamente rozaba el suelo, tenía ganas de comerse el mundo, era feliz entre tanta miseria. Salió de su casa no sin antes despedirse de su querido padre.

– Hola Papá - dijo con una sonrisa. - ¿Qué tal has dormido?

– Bastante bien hijo ¿Vas a salir a que te inspire este día? - dijo el mayor mientras bebía una taza de café.

– Creo que... Así será. - tuvo una pausa de medio segundo, tal vez un pequeño fallo, sin importancia.

– Taeyong. - pronunció su padre en busca de sacarlo de su confusión.

– ¿Sí Papá? - volvió a mirarlo esta vez sí, con su cálida sonrisa.

– Ve con cuidado, hoy llegan extranjeros, quien sabe las revueltas que habrá por las calles. - su padre mantenía una leve preocupación por la frágil seguridad de su único hijo.

– No te preocupes, llegaré pronto. - dijo mientras cogía su mochila y salía por la puerta.

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Jaehyun y Johnny acababan de llegar a el gran edificio en la periferia de la ciudad al ocupar casi un cuarto de esta, era impresionante, inmenso.

En su interior todo era de color blanco puro, las luces brindaban una claridad tranquilizante, algunas plantas en sus respectivos recipientes decoraban los espacios más vacíos, distribuidos por toda la primera planta había sofás y sillas de plástico transparente dando así un aspecto futurista y perfecto al espacio en el que se encontraban los dos. Mujeres y hombres de aspecto impecable paseaban de arriba abajo con maletines, hablando por auricular, o manejando tabletas de un grosor tan fino como una hoja de papel.
Una mujer con el pelo recogido en una perfecta cola alta y con el rostro brillante marcando una sonrisa se acercó a ellos.

– Bienvenidos a Reverie World, esperamos que su estancia sea única y de su agrado, siganme por favor. - dijo la mujer sin quitar la sonrisa de su rostro.

Los dos la siguieron hasta llegar a un pasillo sin aparente final, con varias puertas y hombres y mujeres esperando al lado de cada una con una pose formal, mirando al frente.

– Elijan cualquiera de las salas disponibles, el tren saldrá en media hora, mientras tanto, preparense con sus respectivos asistentes para una nueva aventura.

– Bueno Jaehyun, nos vemos en el tren, no olvides coger algún arma, allí siempre hay algún drama que acontecer. - dijo Johnny mientras entraba en su sala de preparación.

Jaehyun con los nervios a flor de piel eligió otra sala disponible y en seguida apareció la asistenta.

– Bienvenido ¿Podría decirme su nombre? - preguntó una nueva joven esta vez con el pelo suelto y rostro perfecto.

– Jung Yoon Oh, pero me dicen Jaehyun. - afirmó con cierta timidez.

– Gracias Jaehyun, aquí tiene todo a su disposición, desde vestuario hasta armas y munición. - dijo la asistenta señalando el contenido de todos los estantes de la sala.
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Ya se habían subido al tren y el trayecto duraba media hora hasta el distrito 8 el lugar donde se desarrollaba el juego y la vida de los anfitriones.

– ¿Cuantas veces has venido? - preguntó Jaehyun.

– Un par de veces, ya me sé la mayoría de las narrativas, algunas misiones te hacen perder el tiempo así que ya que estamos escogeremos bien con quién hablar. - dijo Johnny convencido de su anterior experiencia.

– Oye y... Llevamos armas ¿Cómo nos aseguramos de no hacer daño a otros huéspedes como nosotros? - Jaehyun estaba confundido, si era un mundo con total seguridad sobre los huéspedes ¿Cómo se evitaban accidentes de ese tipo?

– Fácil, disparame a ver qué pasa. - dijo calmado Johnny.

– No puedo, esto es una locura. - Jaehyun no procesaba tanta información por parte de su amigo.

– Confía en mí, dispara. - repitió Johnny.

Jaehyun apretó con muchísimo miedo el gatillo pero simplemente este no funcionaba contra Johnny, estaba bloqueado.

– Bastante curioso ¿No crees? Las pistolas tienen un sistema de temperatura corporal, cuando notan una temperatura elevada a la de un anfitrión automáticamente bloquean el gatillo.

– Dios, es increíble - dijo sorprendido Jaehyun.

De repente sonó una grabación que llamó la atención de todos los huéspedes:

El tren llegará a su destino en menos de cinco minutos, gracias por emprender este viaje.

– Bueno bueno ¿Estás listo? - preguntó Johnny.

– Eso creo. - dijo Jaehyun todavía sin palabras por lo que acababa de pasar.

Se daba comienzo a la aventura, a lo nuevo e inesperado.

Reveries//JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora