Reveries//Jaeyong

V. Ayuda

Pobre.

Imagen inerte del sufrimiento. Desconcierto. Lágrimas artificiales como el mayor de los arrebatos. Sintético. Confuso. Irreal.

- Es hora de que vuelvas Taeyong, o empezarán a notar tu ausencia.

Doyoung se retiró junto a Sicheng, la sala volvió a ser oscura, como la pesadilla del único presente.

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Amanecía, Taeyong abrió los ojos con una pequeña sonrisa, se vistió y buscó a su padre, en su bucle, como siempre.

- Hola Papá - dijo risueño - ¿Qué tal has dormido?

- No he pegado ojo, culpa a esa zorra, la del callejón, todo el día pidiendo comida, las ratas se ven mejor. - protestaba alzando la voz - Y tú qué ¿Vas a salir? ¿Para ganarte un disparo en la nuca? Mírate chico, demasiado blando para seguir vivo.- se mofó el mayor mientras bebía una botella de ron.

Sus quejas fueron interrumpidas por un ataque de tos incesante a oídos de cualquiera. Taeyong estaba parado en frente suya, evitando el contacto visual que de alguna forma le asustaba, pero... era su padre.

- No creo que sea su culpa. - dijo al mismo tiempo que estiraba su brazo para apartarle la botella, por su salud.

Pero su acción le hizo enfadar.

- Deja eso ahí bien quietecito chico, desde luego es más útil que tú, ahora, fuera de aquí antes de que te use para los chuchos del callejón.

Taeyong asintió con pena y con dureza salió rápidamente del que era su hogar, con movimientos perfectos y cuidadosos, llenos de bondad, algo imposible de encontrar en su mundo, cruel e hipócrita.

Esta vez su padre no era el mismo, aunque Taeyong no notara la diferencia, aunque no tuviera semejanzas con el anterior, aunque hubiera sido completamente remplazado por otro anfitrión nuevo.

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Jaehyun estaba inquieto, en mitad de una habitación del motel Raven, del que Yuta era dueño, una joven y perfecta prostituta esperaba a su disposición, al otro lado de la pared se escuchaba con total claridad a el incesante depredador en potencia, Johnny, devorando con lujuria a Ten.

- Parece que tu amigo se divierte. - dijo la chica mientras se quitaba las botas de plataforma.

- Yo no lo llamaría así. - susurró molesto.

- ¿Diversión?

- Amigo.

- Huh eres gracioso. - rió subiendo su falda y montando encima de su regazo, se inclinó y susurró a su cuello - Dicen que un hombre que te hace reír, tambien puede hacerte...

- No tienes por qué decirlo. - cortó rápidamente Jaehyun.

La chica se echó hacia atrás y acarició suavemente su mejilla, clavando su mirada en él.

- Si no soy tu tipo podemos buscar a alguien que lo sea. - sugirió dulcemente - Alguien perfecto para ti.

- No. - negó - Tú eres perfecta, es solo que... - susurró cabizbajo.

- Te entiendo, siempre vale la pena esperar al amor verdadero.

Durante unos segundos la habitación se inundó de un silencio incómodo, la joven chica no paraba de tocar con nerviosismo y torpeza la gruesa gargantilla de piedras preciosas que tapaba su cuello, su expresión mostraba dolor.

- ¿Qué ocurre? - preguntó Jaehyun mientras se incorporaba y acercaba a ella.

- Nada - sonrió - no es nada... - afirmaba nerviosa evitando el contacto visual.

Jaehyun hizo caso omiso a las palabras de la chica y con la mayor delicadeza acercó sus manos a el cierre de la gargantilla para retirarla de su cuello, al momento ella se resistió con mucho más nerviosismo que antes mientras sujetaba el brazo de Jaehyun.

- Confía en mi. - trató de calmarla.

La chica asintió casi en silencio sin despegar la mirada del suelo, con vergüenza.

Lentamente retiró la gargantilla, y su expresión se tornó a asombro.

Su cuello estaba marcado por todas partes, los hematomas eran de todos los tamaños pero no había hueco que se salvara. Jaehyun no podía creerlo, qué clase de trato recibirían para acabar así, cual era el motivo, por qué sentía tanta impotencia de repente.

- Te dije que no era nada. - sentenció lanzando una mirada fría y dura, pero en el fondo su dulce voz estaba a punto de quebrarse.

- ¿Quien te ha hecho esto? - preguntó con preocupación.

- No no es nada, nos p-paga más. - pronunciaba entrecortada.

- ¿Quien? - volvió a preguntar.

- La mafia. - desveló

- Será cabron... - pensó en voz alta, Jaehyun ya se olía quien podía ser el responsable, la principal historia que brindaba Reverie world era la mafia del distrito, creía haber visto a aquel chico que salió de la furgoneta, parecía ser el líder de algo muy gordo.

- Yuta fue forzado a ceder, él no tiene la culpa.

- Te creo, tranquila.

Jaehyun brindó una cálida sonrisa que hizo que la joven comenzara a llorar desconsoladamente apoyada en el hueco de su hombro.
Jaehyun no podía dejar la idea de que este mundo era inmensamente cruel, y aún así, demasiado pequeño para la diversión de algunos.

Pasados unos segundos la chica se incorporó y se secó las lágrimas levantándose de la cama y colocándose de nuevo las plataformas para irse. Jaehyun estuvo observando sus movimientos a cada instante, todo en ella parecía real.

- Espera. - dijo antes de que se fuera - Vales mucho más que esto, nunca dejes que te hagan daño, nunca. - remarcó.

La chica corrió hasta Jaehyun para abrazarlo.

- Gracias, mi nombre real es Suni.

Y con un pequeño beso en la mejilla salió de la habitación.

Jaehyun se quedó en el mismo sitio, quieto, mirando fijamente la puerta por la que la joven prostituta había salido minutos antes, quería pensar que nada era real, que todo era más fácil de lo que parecía. Pero lo cierto era que la complejidad le hacía desubicarse, no reconocerse, no saber actuar ante lo desconocido.

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- No te creo ¿Me estás diciendo que has preferido hablar con una puta en vez de follartela? - dijo Johnny mientras bebía un chupito en la barra.

- No es una puta Johnny, precisamente es una víctima. - aseguró Jaehyun con enfado.

- Te preocupa como distinguirlos ¿Verdad? - insinuó.

- No se de qué estás hablando.

- Cuales son chatarra y cuáles son como tú y yo. - vaciló - Pues, la manera más rápida de saberlo es... - sin miramientos sacó su pistola y apunto a la primera persona que vio.

- Basta. - pidió Jaehyun bajando su pistola - ¿Podemos dejar la fiesta en paz?

- Ese es tu problema amigo mío, siempre te preocupa liarla. - rió Johnny. - Y en el trabajo igual, tienes talento y eres inofensivo.

- Creía que no hablaríamos de trabajo.

- ¿Quien dice que este viaje no lo sea? - cuestionó.

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Hola de nuevo 👀 estoy hasta arriba de exámenes pero procuraré no abandonar este fic y subir capítulos cortos con frecuencia.

Que opináis de este comeback? Me encantan Boss, Baby don't stop y Go! He relacionado mucho el concepto de Nct2018 con este fic.

La historia es lenta pero todos los detalles son importantes, nos vemos en el siguiente cap ❤️