—arregla tu maleta Alice, hoy mismo te vas a un reformatorio en New York— Elena me miro con asco mientras escupía las palabras
Era una hija no deseada, muchas veces Zach y Elena se habían encargado en dejármelo claro, mis dieciséis años en esta casa se resumían en abusos físicos y verbales constantes por parte de las dos personas que se hacían llamar mis padres
—¿Como que a un reformatorio Mama? ¿Porque? ¿Que hice mal?— hacerme la que no sabía de su macabro plan que llevaría a cabo con Zach no era una opción, era una decisión que me veía obligada a tomar si no quería ser golpeada por estar husmeando conversaciones en las que yo no pertenecía
—te he dicho millones de veces que no me llames así mocosa, soy Elena, no tú maldita mamá— me agarró fuertemente del cabello y me tiro contra el colchón en el cual dormía
—lo-lo siento mucho Elena, no fue mi intención— tartamudee las palabras con miedo y me quede intacta en mi lugar para que no fuera necesario recibir más maltrato físico por parte de mi mamá
—arregla rápido las cosas no demora en llegar Zach, para llevarte al aeropuerto— Elena me soltó abruptamente el cabello haciendo que mi cabeza se golpeara fuertemente contra el concreto del suelo
—como, ¿viajaré... sola?— le pregunté con total miedo en mis ojos
—pero que estupida, cada que lo pienso más, más convencida estoy de que debí haberte abortado, claro que te irás sola, ¿buena para nada con dieciséis años y aún no se sabe defender sola? Cuando salgas por esa puerta, dejarás de ser mi responsabilidad, ah y cuando llegues allá te estará esperando el director del reformatorio, se llama Marvin, a ver si lo tienes en cuenta— cerró la puerta de un portazo dejándome sola con unas punzadas en mi cabeza por el golpe que minutos antes había recibido
Empaque las pocas pertenencias que tenía, las cuales solo ocupaban una mochila y lleve en mis manos el osito que mi abuela me había dado antes de morir, segura de que él me protegería.
Escuche la puerta principal abrirse en una clara alarma de que Zach había llegado
—sírveme el almuerzo Elena, para poder llevar a la mocosa al aeropuerto necesito energías para poder soportar su asquerosa presencia— me mire al espejo y observe el reflejo que este me daba, ¿tan absurda era que ni mis propios padres podían soportarme?
Me alejé rápidamente de este y me senté en el colchón esperando a que me dieran permiso de pasar a la sala, no quería recibir más golpes y más aún cuando se unía Zach a la fiesta
—ven a comer Alice, rápido tienes menos de diez minutos o me toca embutirte la comida—obedecí rápidamente y me senté en el piso de la cocina con el plato entre mis manos, dirigí la cuchara llena de arroz a mi boca, hoy era más que días anteriores, supongo que querían que llegara con fuerza, sin importar que solo era alimentada con arroz y agua
—me importa una maldita mierda si has terminado de comer o no, trae tus sucias pertenencias que tenemos que irnos— Zach se dirigió hacia mí como siempre lo hacía, con un asco monumental, tome rápidamente mi vaso de agua, y lo dejé en el piso
Corrí hacia el sótano donde mi "habitación" se encontraba constaba de un colchón y un espejo que tenía allí, agarré la pequeña mochila entre mis manos, subí las escaleras rápidamente y salí con la cabeza gacha, no me atreví a despedirme de mamá, igual, era lo que ellos esperaban que pasara hace mucho tiempo; me subí al coche que Zach había robado hace algunos años, era un antiguo carro que para él era su vida, Zach era un maleante de primera, trabajaba para los Potter como su chofer, durante un largo tiempo, en lo que terminó en Zach robando su auto
Elena es la administradora del gran bar del pueblo, muchos hombres enfermos y maduros intentaron sobrepasarse con ella confundiéndola con una de las damas de compañía que allí frecuentaban, ella ama su figura, y nunca dejaría que uno de esos hombres la tocaran, de esa manera conoció a Zach que al parecer el si fue suficiente para ella y tuvo el placer de tener una noche de pasión con ella y de ese fruto nací yo, la abuela por parte de mamá impidió que yo fuera abortada, y se hizo cargo de mí hasta que ella murió, así pase a qué papá y mamá estuvieron a mi cargo, hasta que por supuesto, tuvieron la excelente idea de venderme a un enfermo y dueño de un burdel de Nueva York
—Espero que Elena te haya explicado todo y te haya dicho lo que tienes que hacer, no estoy de humor para explicártelo, y menos con ese cerebro de frijol que te mandas— escupió Zach mientras aceleraba el auto con destino al aeropuerto
Yo solo asentí con la cabeza y el me observo por el retrovisor
Pensar en que en menos de dos días probablemente estarían abusando de mi, solo hacia que él asco hacia mi misma creciera en mi interior, por un lado alejarme de la vida de abusos que convivía día a día, me aliviaba de sobremanera; pero el lugar a donde llegaría no era mi mayor consuelo, era una chica inteligente hasta lo que Zach y Elena fueron humanamente considerados en meterme a una escuela, alcancé mis estudios hasta el último grado de secundaria, quería estudiar para ser una gran doctora pero cuando se los comente, se rieron en mi cara, y fue una noche llena de golpes y risas encima de mi, por ser tan ingenua pensando que ellos pagarían mi carrera
—Baja del maldito auto, sobre mi cadaver dejaría que te quedarás ahí toda tú puta y miserable vida— me grito Zach cuando abrió abruptamente la puerta sacándome de mis pensamientos, agarre rápidamente la maleta y baje del auto
Nunca había conocido un aeropuerto, ni siquiera en la televisión ya que se me es prohibido verla en la casa, era un privilegio que solo obtenía diez minutos al día, si había conseguido robar los cigarrillos necesarios para Zach y Elena; los cuales conseguía comprándolos pidiendo limosna en las calles, y personas realmente bondadosas que sentían lástima por mi, me daban dinero necesario
el aeropuerto es un lugar enorme abarrotado de gente que caminaba de aquí para allá unas tranquilas y otras realmente estresadas, mi pequeño y débil cuerpo lleno de moretones intentaba escabullirse en medio de toda esa gente, de repente sentí la mano de Zach alrededor de mi muñeca fuertemente incluso lastimándome llevándome hacia el lugar contrario donde yo me dirigía, me rendí ante su fuerza y deje que prácticamente me arrastrara por todo el pasadizo
Llegamos a una gran sala la cual decía "vuelos internacionales" el me hizo pasar mi maleta y me sentó en uno de los muchos asientos que se esparcían por todo el lugar, mi maleta fue devuelta a mis manos y con la ayuda nada amable de Zach fui dirigida hacia otra parte que parecía ser un lugar reservado, Zach tocó la puerta y una pequeña manija fue abierta dando lugar a un hombre
—su nombre y a que viene aquí— el hombre que tranquilamente podía medir dos metros salió de su escondite y requisó a Zach y a mi
—vengo a ver a Marvin Polland, soy Zach Thunder— no entendía nada de lo que estaba pasando aquí, solo miraba el suelo en busca de ayuda
El hombre hablo un momento por un pequeño radio que traía en su chaqueta y dirigió su mirada a Zach intimidándolo en ese mismo momento
—no sabemos quién es usted, retírese— si antes no entendía nada, ahora mi cabeza era un lío enorme
—Vengo de parte de Elena Thunder, vengo a traer a Alice Thunder— el hombre dirigió su mirada a mí y pareció reaccionar porque abrió la puerta y nos dejó pasar rápidamente
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Hey Peopleeeee!
Primer capítulo de un hermoso proyecto que he estado escribiendo, si te a gustado y quieres más de esta envolvente historia, no olvides dejar tu voto y tu comentario
