Mis oídos estaban completamente atentos a cualquier sonido que pudieran captar, esta gran mansión me hizo recordar a un museo antiguo, las paredes y el suelo estaban hechos totalmente de madera, la luz era muy tenue y habían estatuas de lo que parecían ser dioses o seres superiores, irónico de nuevo
Marvin parecía tener un cierto interés o gusto hacia los dioses; horas antes había visto la imagen del niño Dios en su escritorio, y todo lo que rodeaba esta mansión estaba llena de esas estatuas hechas de lo que parecía ser un material completamente fuerte, la puerta era de metal, intente forcejear con ella un buen tiempo, pero mi fuerza no fue suficiente para abrirla
Zoé me pregunto más de quince veces que estaba haciendo y si me sentía bien, lo cual se me ocurrió decirle que quería ir al baño, dándome cuenta de la estupidez que había dicho, porque allí dentro había un pequeño baño de cuarto, perdí la esperanza cuando no encontré ni una salida viable que tuviera la habitación, pude entender que las llaves solo las poseían dos personas en este lugar, una de ellas era Marvin, y la chica de la recepción cuando recién entramos, la entrada principal era la única salida que hasta ahora conocía, pero salir por ahí sería realmente estupido y arriesgado
Escuche pasos afuera lo que me alarmo y corrí a agarrar a Zoé entre mis brazos y acostarnos en la cama mientras intentaba taparnos con una delgada y para nada fina sabana
La chica de la recepción entró y dejó un plato de comida en el suelo, dirigió su mirada hacia nosotras y consecutivamente hacia todas las chicas que estábamos dentro de esa habitación, negó con la cabeza pareciendo tener una pelea interior y finalmente se retiró de la habitación, agarre el plato de comida y pude coger lo suficiente para alimentar a Zoé, les pase el plato a las demás chicas y le di a Zoé su comida, yo no tenía hambre, lo único que sentía era rabia y impotencia
—¿estás bien Alice? Tienes que comer, debes tener fuerzas para poder estudiar— la voz inocente de Zoé me transmitió la tranquilidad que este lugar carecía
Comí un poco de comida solo para tranquilizar a Zoé y volví a centrarme en mi plan para poder salir de este lugar
Espere por lo que pareció ser una eternidad, a qué se dignaran a traer a la chica que se habían llevado unas horas atrás, no era lo correcto pero apenas la trajeran la llenaría de preguntas que me ayudarían con mi plan
Me pregunté que estaría pasando con Alex, ¿los traerían aquí para lo mismo? O los chicos tenían una obligación diferente, Marvin parecía ser la reencarnación del mal, y sus múltiples golpes me lo habían dejado claro, a pesar de su fachada de malo, todos tenemos una debilidad y yo tenia que enterarme cuál era la suya
La puerta de entrada fue abierta bruscamente y rápidamente me acoste y obligué a Zoé a hacer lo mismo, el cuerpo de la chica fue arrojado violentamente al suelo mientras la puerta se cerraba rápidamente, mire de reojo a la chica la cual se encontraba llorando y un deje de maquillaje que desconocía cuando se la llevaron era corrido por toda su cara, manchando cualquier pedazo pulcro de su piel, su cuerpo estaba lleno de hematomas que tardarían en curar, su cabello estaba completamente fuera de lugar y enredado, ninguna de las chicas tuvo el valor de acercarse a ella
Baje lentamente de la cama y me acerqué a ella, su nombre era Peyton... o eso creía, agarre un vaso de agua que había traído la chica de recepción y se lo brindé lentamente, la chica tembló en su lugar para luego mirarme y sonreírme con tristeza
—¿porque lloras? Solo estamos en un reformatorio lejos de casa, pero mi hermano mayor dice que estaremos bien—Zoé dirigió su mirada azul a la chica que le sonrió con tristeza y me miró a mí inmediatamente, yo negué con la cabeza, Zoé no merecía darse cuenta de la realidad que nos rodeaba
Me asegure de que Zoé estuviera lo suficientemente lejos de ambas; la vi jugando con su oso de peluche y estaba supremamente concentrada en su juego, no podía escucharnos así que dirigí mi total atención nuevamente a la chica
—¿estás bien? ¿Que fue lo que sucedió allá afuera?— le pregunté con cautela y nuevas lágrimas reemplazaron las anteriores cayendo por sus mejillas como dos grandes cascadas
Peyton abrazó su cuerpo y pude ver su ropa completamente rasgada y cuerpo lleno de golpes, fruncí el ceño por la incertidumbre y lo inútil que me sentía en ese momento
—allá afuera hay bestias Alice, y no las bestias que temía que salieran de debajo de mi cama o de mi armario cuando era niña, esas bestias son humanos— susurro mirándome a los ojos como si pudiera traspasarme el alma
Temblé en mi lugar y un escalofrío se instaló en mi espina dorsal, mire a Zoé y recé porque nada de esto le pudiera pasar a ella, sentí miedo, Sentí el miedo que no había sentido nunca en mi vida, tuve temor de mi vida, y tal vez, solo tal vez, pensé en que debería rendirme, y dejar mi vida a disposición de Marvin....
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