No sé cuánto tiempo había pasado, tal vez horas, o incluso todo un día completo, pero yo estaba totalmente estática en el suelo presa del pánico por toda la información que había recibido por parte de Peyton
Los monstruos que de pequeños solíamos creer, realmente no existían, los verdaderos monstruos eran personas, personas como nosotros, que nos rodeaban y podían caminar y hablar sin ningún problema, pero sobre todo, podían hacer daño, podían destruir todo a su paso
Peyton se había parado del suelo hace ya un tiempo dejándome completamente sola junto a los demonios de este lugar, que parecían querer acabar con mis nervios y con mis inseguridades, ella se encontraba acostada en una de las camas en el mismo estado que yo, presa del pánico, escuché la puerta abrirse pero realmente no me importaba nada, me quede en mi lugar y pude divisar que la persona que había entrado era Marvin, me miró por unos segundos y se acercó a mi amenazadoramente
—Y a esta que le pasó— dijo mientras oprimía rudamente con su dedo mi mejilla mallugada, no reaccione, a lo que él me dio otra cachetada en el mismo lugar, el dolor se extendió por todo mi cuerpo, pero no tuve el valor de enfrentarlo, no cuando Zoé estaba presenciando todo
Marvin era un hombre con problemas mentales estaba casi segura de eso, disfrutaba del mal ajeno y del dolor ajeno, si eso no era una persona enferma, realmente no podría saber que lo era, se rindió cuando se entero que yo no reaccionaría y nos miró a todas, deteniéndose un momento en el débil cuerpo de Peyton al Segundo le restó importancia y se dirigió hacia toda la habitación
—Se paran todas, es hora de desayunar, no crean que están aquí de vacaciones ineptas buenas para nada— se dirigió a la puerta esperando a que lo siguiéramos lo cual todas hicieron, pero yo seguía en ese maldito estado de shock, no podía mover ni un músculo de mi cuerpo, no solo por la información obtenida, también por el dolor que me llenaba todo el cuerpo, sentía que mi mejilla golpeada era tres veces más grande por el golpe que me había dado Marvin. El jalón de Zoé me hizo volver a la realidad y pararme de mi lugar junto a ella, Alexander estaría feliz de ver a Zoé así fuera por un tiempo determinado, caminamos el corto camino hasta la sala de estar donde ya todos se encontraban
Escanee el salón con mis ojos y pude observar a Alex, el brillo que me encantaba ya no tenía lugar en sus ojos, en cambio un gran moretón estaba alrededor de su ojo derecho, me miró completamente confundido y dirigió sus ojos a mi mejilla golpeada, busco con sus ojos rápidamente a Zoé temiendo porque ella también estuviera golpeada, cuando la vio sonriendo, un suspiro de alivio escapó claramente de sus labios, ni siquiera pude sonreír, ya no sentía nada, absolutamente nada, este lugar me consumía de sobremanera
Zoé se soltó de mi mano, y corrió para abrazar a su hermano mayor, tocó suavemente el ojo golpeado de Alex, le susurro algo que no pude oír, y se sentó a su lado en la mesa, yo me senté frente a ellos, con dos chicos a mi lado que parecían ser de mi edad, no comí absolutamente nada, frente a cada uno de nosotros solo había un vaso de avena, y con eso teníamos que subsistir todo el día, yo estaba tan adolorida que solo podía tener mis filosos ojos en Marvin, tratando de matarlo con la mirada, como si eso fuera posible
Alex me miraba completamente preocupado pero no quería ni tenía fuerzas para hablar con alguien, si hablaba con el, tendría que explicarle todo, y no me sentía en condiciones de hacerlo, el pequeño recreo se acabó y cada uno tuvo que volver a su habitación, el día transcurrió totalmente normal, con una que otra visita inesperada de Marvin para hacernos la vida un poquito más miserable que el Segundo anterior
Cuando llego la noche volvía a temer por la vida de Zoé y la mía, divisé la música fuera de la habitación y supe que la noche había empezado realmente, escuché que un chico entraba y se llevaba a una niña menor que Peyton mientras ella protestaba entre dormida, me abracé a Zoé y espere que esta noche terminara rápido
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Me había quedado completamente dormida cuando escuché unas voces que provenían del mismo cuarto en donde nos encontrábamos, pero eran unas voces masculinas, abrí mis ojos lentamente y pude ver qué Zoé se encontraba a mi lado abrazando a su osito de peluche, suspire aliviada y estuve atenta a la conversación entre los dos hombres que nos observaban mientras dormíamos
—Marvin, ¿puedes asegurarme que es mercancía completamente nueva? ¿Sin usar?— exclamo una voz desconocía
—Estoy seguro de eso James, y si no te gusta, te devolveremos el dinero, sin problemas—la voz misteriosa de Marvin se había transformado a un tono completamente amable
—Perfecto, quiero ya a la de azul— exclamo el hombre decidido
—¿ya mismo? Me temo informarle que ella es la más rebelde de aquí, no he podido controlarla— esperen, un momento, estaban hablando de mi, yo tenía puesta una camiseta azul
—Así me gustan más, pago el doble— sentí que el desconocido sonreía mientras estrechaba la mano con Marvin
Me agarraron violentamente de los pies y me tiraron de la cama, mis ojos se abrieron con pánico y lo primero que pude ver fue los ojos felices de Marvin intentando llevarme hasta la puerta, pero mi reacción fue inmediata, lo pateé en sus partes íntimas y le di un puñetazo en su ojo izquierdo, el forcejeo comenzó, el tratando de llevarme fuera de la habitación violentamente, pero mi fuerza de voluntad era más fuerte que eso
Zoé se bajó de la cama y trató de ayudarme pisándole los pies a Marvin, la mire con miedo, y traté de transmitirle con mi cara que se acostara de nuevo en su cama, lo que claramente no hizo, Marvin con una de sus manos la tiro al suelo y grite por eso
—CUÍDALA PEYTON— grite alarmada y desesperada cuando vi que Zoé no se movía en el suelo
Patee nuevamente a Marvin en una de sus rodillas, tratando de acercarme a Zoé, él se cansó de forcejear conmigo, y lo último que pude ver, fue su cara llena de ira cuando todo se volvió negro y pude sentir mi mejilla chocar contra la fría madera del suelo, de nuevo mi mejilla
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