Por alguna razón me sentía cómodo, es como si toda la tensión de ser perseguido en el bosque hubiera desaparecido de pronto, no quería abrir los ojos, esa paz me gustaba demasiado, pero aún así me despertaba poco a poco, empezé a oír fuego, una llamarada tímida e inofensiva que hizo que hizo que mis párpados se iluminaran de una luz. No tenía mala pinta, así que abrí los ojos...otro maldito bosque. Me hayaba tumbado en el suelo, con la cabeza apoyaba en un grueso tronco que hizo que al moverme mi cuello crujiera. Cómo predecía, había una fogata frente a mí, la cual ardía entre las leñas. Miré el alrededor, la nave de Erika estaba estacionada detrás entre los abedules.
Joseph: -¿Erika?-
Escuchaba pasos, la experiencia me decía de que eso no era bueno, así que me puse en pie y a la defensiva, menos mal que me equivoqué. Era ella, Erika, la cual venía con un hacha en una mano y la otra llena de ramas secas.
Erika: -Por fin-
Joseph: -¿Qué me ha pasado? ¿Qué hacemos en este bosque?
Erika: -Acompañame, quiero que veas algo-
Lanzó las ramas al fuego, haciendo que este resurgiera de forma furiosa y luego clavó el hacha en uno de los troncos. Me cogió del brazo, me llevaba a algún sitio. El bosque se tornó a un amplio campo de arbustos. Mientras los cruzábamos no se veía nada y sus pequeñas ramas se me clavaban en la piel. Todo ello, finalmente mereció la pena.
Una ciudad, me era familiar. Era Seattle, donde vivía antes de llegar a este mundo. Estaba derruida, casi irreconocible, pero esta vez había algo especial, estaba iluminada. Helicópteros de doble hélice la sobrevolaban, cargando enormes contenedores, que al ser soltados desde una altura considerable, golpeaban el suelo haciendo que la ceniza de la zona creara una nube a su alrededor. También podía ver gente andando por allí con normalidad, al igual que obreros con sus máquinas junto a las construcciones. Estaban reconstruyendola.
Joseph: -Hemos ganado- Dije con una sonrisa de esperanza
Erika: -Tras caer su enorme hogar, solo era cuestión de tiempo que fueran exterminados-
Joseph: -¿Qué pasó realmente allí? Quiero decir...¿Porque estoy aquí y no muerto?-
Erika: -Es complicado-
Joseph: -Merezco saberlo-
Erika: -Nosotros no destruimos la nave con ese enorme az de luz-
Joseph: -¿Quién?-
Erika: -Un nuevo enemigo. Provienen de la Luna -
Joseph: -¿Más aliens?
Erika: -No del todo, han estado más cerca de nosotros de lo crees, confía en mí, yo sé mucho de ellos-
Joseph: -Y que tienen de especial-
Erika: -Tienen un trato con todos los gobiernos del mundo desde que el ser humano llegó aquí. Me has preguntado porque sigues vivo, pero creo que la respuesta ya la sabes... No eres humano.
Joseph: -¿Y que soy?-
Erika: -Una raza de seres, se les llaman Errores, porque llegáis aquí con habilidades que no son normal, algo que no debe de ser así, pero a pesar de ser fallos, sois muy poderoso. Viendo esto, esa gente de la Luna declaró que mientras se entregaran a los miembros de esa raza ante ellos, no destruirían la Tierra con su aterrador ejército.
ESTÁS LEYENDO
DREAMS 2: La luminosa oscuridad
Science FictionLa muerte no es el fin, tan solo es una provocación cruel para los inmortales, que quieren venganza por encima de cualquier signo de piedad, paz o perdón.