Oso 12

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Tae y JungKook llegaron a su hogar.
Por alguna razón Tae estaba intranquilo. Quería contar quien era su agresor.
- Kookie...- Dijo acercándose a su tutor.
- ¿Qué pasa Tae?¿Estás bien?, Te noto raro....
- Eh...Yo...Nada! No es Nada, no me hagas caso.- Dicho eso Tae se dirigió a su habitación a tomarse un baño. Se arrepintió de decirle.
JungKook quedó mirando a Tae retirarse el lugar. ¿Qué voy a hacer con este bebe? (Suspiró).

Pasada la cena.
- Tae mañana hay que ir al doctor.
- Am...Lo había olvidado ejjejeje. Mamá siempre se acuerda de eso.
- Pues justamente ella me llamó para recordármelo jajaj.
- ¿Sabes cuándo vuelve?- Pregunto Tae.
- En una semana.- Dijo JungKook mientras levantaba la mesa.

¿Mamá? Me había olvidado de ella...ya no la extraño como antes cuando se va de viaje...jejeje. Eso es culpa de Kookie. (Pensó en sus adentros Tae y sonrió) Ya no me siento tan solo como antes.

JungKook iba a descansar y al entrar al dormitorio ve a Tae estático parado frente a la cama.
- Tae?. -
Tae se sobresalta porque estaba perdido en sus pensamientos, no por su agresor sino porque recordó lo de la noche anterior; lo que ambos hicieron en esa cama.
Giró su cuerpo mirando a JungKook totalmente rojo.
- Tae. ¿Estás bien? No tendrás fiebre no? (JungKook toca la frente de Tae, revisando su temperatura. Suspiró. Al parecer estás bien.)
Tae se sienta en la cama, quedando de frente a JungKook.
- K-kookie...yo...
- Eres un pervertido Tae!! (JungKook miraba a Tae cruzado de brazos, con una ceja levantada y una sonrisa pícara).
- AH!?? P-Pervertido???!! Porque me dices así?!! (Se alarmó Tae)
- No sabía que eras así?
- Ya basta Kookie!! Porque me decís que soy un pervertido?!
- Dime tu...¿Porque mirabas la cama cochino?!
- AH!! K-kookie...te han dicho que ha veces eres un idiota? (Por dentro pensaba, maldito!! como mierda sabe lo que pienso?)

JungKook se acerca a Tae sonriendo. Se acerca a su rostro.
- Tengo muchas ganas de besarte ¿sabes?
Tae se volvió a sonrojar y dijo - Pues hazlo.-
- Te me estas volviendo descarado.
Ambos sonrieron. Ambos juntaron sus labios, era un beso apasionado por demás. Era una necesidad que ambos se tenían.
- Me estás enloqueciendo Tae.
- Te quiero Kookie.
- Yo también Tae.
- Yo hablo de que te quiero en … (se sonrojo y tímidamente dijo)…en mí.
En ese momento JungKook perdió la poca cordura que le quedaba. Escuchar esas palabras de la boca de Tae lo encendió volviendo a besar a Tae con desesperación.
Y ambos se vieron envueltos en la lujuría.

(Pensaron que iba a describir el Lemon? Se los dejo a su imaginación XD)

Al día siguiente JungKook llevó al colegio a Tae, fue a trabajar como siempre.
Un día normal en definitiva pero con una enorme sonrisa en su rostro cosa que le estaba molestando a Suga.
- Ya!! Vas a estar todo el día con esa cara de pavo? Vas a espantar al público.
- Vamos Suga!!! ¿Acaso no puedo estar feliz? Además uso una cabeza de oso nadie vera mi cara ajajajaj.
- ¿Acaso tuviste sexo desenfrenado?.- Dijo Suga con cara de pervertido y sin pelos en la lengua.
JungKook se puso rojo, golpeó a Suga en el hombro, se colocó su cabeza de Oso. -Maldito seas Sugaaa!!!- Grito mientras iba a su lugar de trabajo.
Suga largó una carcajada, se colocó su cabeza de Conejo y salió también a trabajar.

En si ese día fue muy tranquilo tanto para JungKook y Suga, como para Jimin y Tae.
Ambos jóvenes estaban saliendo del colegio, cruzaron para el parque y mientras iban entrando:
- Jimin ¿porque no esperas a tus padres acá? Yo te haré compañía. (en la entrada del parque)
- Y si los espero adentro? Vamos al Bar a tomar un helado!!!
- Ammm bueno...si lo dices así...- (Tae no puede decirle que no a un helado).
- Eres fácil de convencer.- Dijo Jimin con una gran sonrisa en el rostro.

Desde afuera eran vigilados por el jardinero del parque.
- Maldita sea otra vez está con ese enano. Así no puedo divertirme con el bonito...aunque pensándolo bien...podría llevarme a ambos. Ese enano tampoco está mal. -
El malnacido espero media hora hasta que los dos jóvenes salieron del bar dirigiéndose a la entrada del parque.

Señor OsoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora