MILLONES DE MIRADAS

El comienzo de todo

Todos tenemos problemas pueden ser pocos o muchos, pueden ser muy graves como no tanto, he tenido algunos problemas familiares que me han hecho querer necesitar un apoyo más de algún hombre, eso suena muy estúpido lo sé, pero me sentía tan mal que solo quería sentir el amor de otra persona, que te inviten a comer helado, a salir al parque agarrados de la mano, y todas esas cosas lindas que pasan en las películas. Así que conocí un chico, se llama Edwin es 7 años mayor que yo, todos desconfiaban de esa relación, lo creyeron un total pedófilo yo solo quería dejarme llevar por esas emociones tan lindas que me hacía sentir, así que pelee aún más con mi familia, él estuvo ahí para escucharme y hacerme compañía se sentía tan bien, él era mi primer amor y creía que iba a ser el único, duramos casi 3 años juntos, hubo muchas discusiones, engaños, dolor, manipulación, y posesión. Él no me dejaba estar con mis amigos, tenía que estar con él en cada momento, no podía dejarlo esperando tanto tiempo en el chat, se volvió muy controlador, yo bobamente creía que él me amaba y eso era normal entre parejas, mis amistades me regañaban, decían que esto me estaba haciendo daño, pero no creía poder encontrar a alguien más, me sentía muy insegura.

Llegó el día que reuní las fuerzas necesarias, él llegó a mi casa a traerme regalos para san Valentín, él nunca celebro esto conmigo yo siempre le insistía pero a él no le importaba, así que estos regalos inesperados me sacaron de mis casillas, una amiga estaba en mi casa ese día así que cuando él la vio se enojó, me entregó los detalles no me saludó de beso como habitualmente lo hacía y dijo que se iba, quede en shock ¿cómo iba hacer eso solo porque una amiga estaba en casa?

-Dame una explicación. -Le dije confundida.

-Mira, cuando sepas quien es más importante me llamas. -Lo dijo apretando los dientes y señalando a mi amiga que por cierto, no sabía que estaba pasando.

-Deja de ser ridículo, terminamos.

-¿Es enserio? ¿Prefieres más a tus amigas que a mí?

-Sí. -Lo dije demasiado seca, estoy segura que no refleje ningún sentimiento en mi rostro.

Me dio la espalda y se fue.

Al parecer ese no era mi único amor, no me dolió, me sentía libre, me gusto esa libertad, tomé esta relación tóxica tan mal, que empecé a pensar que todos los hombres eran unos cretinos y manipuladores.