Tiempos

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¿Soy la única que le cambia el estado de ánimo por la música que escucha?

-Amor ¿salimos?

David me mira con ojos tiernos y expectantes.

-¿A dónde quieres ir?

-Comer o comernos en algún sitio agradable

Me sonríe con picardía y yo solo pienso en lo ardiente que es este hombre, pero no me place salir el día de hoy, estoy escuchando música deprimente mientras miro el techo, y que David me haga el amor no va a cambiar mi estado de ánimo.

-¿Estás bien? –Me mira con preocupación

-Sí, pero hoy no quiero salir, si deseas podemos quedarnos, o vas donde tus amigos.

-Te prepararé algo de comer.

Sale de la habitación muy concentrado y decidido.

En la playlist suena Calle 13 - Ojos Color Sol, esta canción solo me pone más sentimental ¿por qué todas mis amistades creen que estamos enamorados? Si, nos tratamos bien, estamos el uno para el otro, pero no somos novios, solo es un amigo más, somos como mejores amigos, pero con sexo y mimos cuando lo necesito, o bueno, tal vez si me gusta...

¿Será que, si le ponemos nombre a esta relación extraña, se dañaría?



.....




-¡NATASHAA! ¡NATASHAAAA! Ya van dos días sin que despiertes, tengo miedo... –Escucho los alaridos de Samanta como si fueran una bomba en mi cabeza.

-¿Dónde está David? –Es lo primero que artículo.

-¿David?

-Sí.

-No sabemos dónde está, dejaron de hablar hace mucho ... Carlos está aquí, te trajo después de que te dieran una paliza, estás en el hospital ¿te acuerdas de algo?

-¿Paliza? ¿Carlos? Quiero agua

Sam me ayuda a sentarme y me da agua fría con un pitillo de plástico

-No sabes el miedo que me dio cuando Carlos me llamo, Salí corriendo en pijama a coger un taxi.

-Me duele la costilla.

-De milagro no te duele el cabello

-¿Por qué dejé de hablarme con David?

-¿Por qué estás preguntando por él? Tú lo alejaste, no querías volverlo a ver, ni hablar de él ¿acaso lo viste?

-Sí, estábamos juntos y me iba a preparar algo ¿no?

-Es mejor que descanses, llamaré a Carlos para que venga.

Me ayudó acostarme de nuevo y decidí no preguntar quién era Carlos, sentía mi cuerpo magullado y tenía mucho frio, cerré mis ojos y puse mucho cuidado a los sonidos que había a mi alrededor; personas tosiendo, quejándose, y muchas maquinas, me quedé ahí, quieta, muy concentrada durante mucho rato, porque de un momento a otro sentí pasos en la habitación, muy pausados e inseguros.

-Vine lo más rápido posible ¿Te dormiste?

-No. –Conteste sin abrir los ojos, tenía miedo de ver quien era.

-¿Te duele mucho?

Levanté mis párpados lentamente y vi a un hombre guapo y alto

-Eh... no.

-Samanta me dijo que no te acordabas de nada ¿Quieres que te cuente qué paso? Aunque deberías descansar, te quería traer panqueques con fruta y helado como te gusta, pero no me dejan ingresar comida, bueno; en realidad no sé si te gusta, lo asimile así porque hiciste eso de desayuno el día que te quedaste en mi casa, y mejor no hablo más porque te estoy aburriendo. –Hizo un gesto de regañado y me apretó la mano.

¿Dormir en su casa? Sí, creo que...

-¡ESE MALDITO LOCO! ¿Qué pasó con él? ¿quién era?

Carlos pega un brinco por mi grito y mi recuerdo repentino de todo.

-Oye calma, lo agarro la policía, no sé quién era, llegue a tiempo...

-Gracias. –Dije con la voz ronca, sentía que las lágrimas se aproximaban.

Carlos se inclinó y me beso, un beso delicado, con amor y ternura.

-No me lo tienes que agradecer, cariño

Mi mente va a mil por hora, sigo pensando en David, pero ya me acorde quién es Carlos, y los sentimientos que está despertando en mi... ¿David se habrá ido de Colombia?

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