Luego de mi trote matutino, entré a la suite Royal del hotel Mohegan Sun y me sorprendió ver a un tumulto de gente elegantemente vestida por toda la sala.
¿Por qué están usando trajes de etiqueta? ¿Por qué están aquí? ¿Dónde está Rupert?
—Señor Corden, los invitados esperan —anunció el mayordomo de la suite, usando un uniforme adecuado para la ocasión que incluía guantes blancos de tela.
— ¿Invitados? ¿Qué invitados? —pregunté sorprendido— Ni siquiera llevó la ropa...
Bajé la mirada hasta mi pecho esperando encontrarme con mi poco acertada ropa deportiva, pero noté que también llevaba traje de etiqueta.
¿En qué momento me cambié?
— ¡Al fin llegaste, Alan! —exclamó Rupert con una sonrisa acercándose a mí y dándome una copa de champaña— ¡Todo esta listo como lo ordenaste!
—Yo no ordené nada. Rupert, ¿qué significa todo esto?
— ¡Hora de celebrar! —La voz de Erika se coló por mis oídos y volteé para verla entrar por la puerta, llevando un elegante vestido blanco de gala con lentejuelas que no podía ser más brillante— ¿Ya trajeron a la Señorita Bennett?
— ¿¡Qué!? —Abrí los ojos de par en par, olvidando la interrogante de porque Erika estaba ahí si ya la había despedido— ¿¡Alicia está aquí!? ¿¡Dónde!?
Me volteé nuevamente para buscarla entre los presentes, pero lo único que encontré fue un féretro de madera color caoba, con un fino borde que parecía ser hiedra tallada en la madera y que estaba rodeada por flores blancas de todo tipo de las que emanaba un delicioso perfume.
— ¿El Padre de Alicia? ¿Qué es todo esto, Rupert?
—Lo siento mucho, Alan —Puso una mano sobre mi hombro y lo presionó.
— ¡A celebrar! —gritó Erika eufórica pasando delante de mí con dos copas de champaña entre las manos.
Con la mano de Rupert sobre mi hombro, me sentí lo suficientemente valiente como para acercarme con paso lento al féretro que tenía su cubierta levantada y apenas llegué hasta el, la imagen cadavérica de Alicia pálida e inmóvil tras el cristal, me dio nauseas.
— ¿Alan?
—No, Rupert, no. No puede ser.
—Alan, despierta.
—No, Alicia No...
— ¡Alan!
Cuando abrí los ojos, Rupert estaba casi sobre mí, zarandeándome para que despertara.
¡Mierda! ¡Eso había sido espantoso! La sensación de pánico de ver a Alicia muerta se mantuvo incluso cuando Rupert se alejó de la cama y yo logré sentarme en ella tratando de retomar el ritmo normal de mi respiración e intentando secar el sudor de mi frente, aunque no tenía mucho sentido, porque estaba completamente empapado de pies a cabeza.
— ¿Estás bien?
—Si. Fue una pesadilla... una horrible pesadilla.
— ¿Quieres hablar de ello? —Cruzó los brazos sobre el pecho dispuesto a oírme, pero no me sentí capaz de verbalizar la escabrosa imagen.
—No. No había tenido pesadillas desde que murió mi padre. Seguro es por el estrés —respondí restándole importancia.
—Bueno, tengo el remedio indicado para eso —canturreó sacudiendo un papel entre sus dedos.
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Stand by you [TERMINADA ] #BlueStarAwards
RomanceEl mundo acaudalado de su padre nunca fue una aspiración para Alicia, ella prefería el mundo real, donde la gente no suele ir a cenas de caridad envueltos en ropas costosas y regalando astronómicas sumas de dinero con la finalidad de probar lo "bue...