5

3.5K 478 112
                                    

Los eventos de los días anteriores me habían hecho ignorar a Jackson, evitarlo como la peste.
Incluso si me lo encontraba por los pasillos pasaba por su lado sin dedicarle una mirada. Al parecer la mesa había dado la vuelta.
No quería nada que ver con él.

Por supuesto Jaebum y todos me habían visto como el malo de la historia, pero ninguno se había puesto en mi lugar un momento, sintiendo empatia por el pobre de Jackson Wang que se me había declarado y lo había rechazado.
Ese chico tiene una manera de embaucar a las personas porque pronto empezó a sus andadas. Una persona diferente cada día se su mano, si alguna parte de mi alguna vez quiso darle una oportunidad, de inmediato quedó desecha y descartada.

Jaebum y todos los amigos de Jackson eran unos imbéciles.

— ¿Estás bien? — Alguien pone su mano en mi hombro mientras guardo los libros en mi casillero. Volteo de inmediato para encontrarme a uno de los pocos chicos encantadores que conozco.

Sonrío levemente — Si, estoy bien, Mark, solo algo cansado — Digo cerrando mi casillero y recostándome en el.
Mark Tuan, de todos los chicos con los que he salido, ha sido el único con el que he quedado en buenos términos. Simplemente dejamos de gustarnos y quedamos bien como amigos.
Y eso había sido en secundaria, fue una sorpresa para mi saber que el tocaba el bajo en GOT-ing.

— Escuché lo de Jackson, que mal de su parte — Suspire ante eso. Solo unas cuantas palabras y Jackson ya los tenía comprados a todos, nunca entenderé como un individuo llega a tales niveles de cinismo.

— Ya que, no me importa — Miento, obviamente estoy enojado pero me tragaré todo eso, no voy a dejar que un par de comentarios me afecten.

Me da una palmada en la espalda y se despide.
La campana me indica que empezaré la última clase del día. Lo único que deseo es irme de este maldito lugar hasta olvidar lo enojado que estoy.

La voz del maestro no se puede quedar mi cabeza y por primera vez en mi vida no entiendo nada de lo que está diciendo. No me siendo concentrado ni tranquilo en lo absoluto y un fuerte dolor de cabeza me ataca.

Mientras todos están haciendo actividades en grupos, yo decido hacerlo solo, era lo suficientemente listo como para trabajar por mi mismo, sin embargo, no creo poder seguir en esta clase cuando mi cabeza está dando vueltas.

Recojo mis cosas, entrego mi actividad y me voy, directo a la enfermería.

— Un ibuprofeno por favor — La enfermera me lo da de inmediato con un vaso de agua. Me quedo sentado unos minutos en la camilla esperando que la pastilla haga efecto.

Cierro los ojos y escucho una suave melodía, sé que no vino de mi cabeza porque se hace cercana cada segundo hasta que parece estar al lado mío.

— Hola, Jinyoung hyung— Saluda con su típica y dulce sonrisa, Youngjae. Ya entiendo como Jaebum está tan enamorado de él.

Forzado a devolverle la sonrisa, no porque no quiera sino porque mi cabeza duele demasiado, lo hago — Hey, Youngjae— Mi voz suena un poco ronca.

Su sonrisa pasa a una mueca de preocupación — ¡Hyung, estás ardiendo!— Posa una palma de su mano en mi frente para confirmarlo y efectivamente es así.

Me levanto y recojo mi mochila listo para marcharme pero la mano de Youngjae me detiene — ¿A dónde va, hyung?— Pregunta preocupado.

— A mi dormitorio — Respondo cansado.

— Déjeme acompañarlo —Cedo porque en realidad me cuesta enfocarme y ponerme de pie.
Algunas personas miran cuando camino lentamente con Youngjae por el pasillo pero no les presto atención.

Knock Knock| JinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora