Capítulo II

1.4K 100 24
                                    

Las clases habían culminado. Gokú estaba desesperado por volver a casa, había sido un día largo. El chico nuevo se la había pasado con él casi todo el día, lo cuál lo irritaba, pero ya por fin lo había dejado en paz.

-¡Oye! ¡Pelo de palmera! -Gokú volteó y vio venir al joven de cabellos en forma de flama correr hacía él- ¿ya te vas? ¿te acompaño a tú casa?

-No necesito que alguien me acompañe.

-¿por qué?

-Porque estoy bien solo, por eso.

-Yo quiero acompañarte -dijo decidido.

-¿qué quieres lograr con eso?

-Ser tú amigo.

Gokú quedó frío en su sitio, no se esperaba una respuesta como esa, ni en un millón de años.

-¿tú? ¿mi amigo? -rió de manera burlona- no me hagas reír, idiota. Yo no quiero ser amigo de alguien como tú.

Ya no podía confiar en nadie que quería acercarse a él, pues todos los que lo habían hecho, había sido con el fin de hacerle algún mal. Vegeta no era la diferencia.

-Hablo en serio.

-Yo también.

¿Cuánto tendría que esperar a que Vegeta mostrara su verdadero yo, y lo tratara como los demás?

-Desaparece de mi vista.

-No, seremos compañeros de mesa todo el año.

-¿y?

-Tendremos que hablar... hacernos amigos.

-¿Quieres amigos? Juntate con los idiotas de Trunks y Krillin, serían muy buenos amigos.

-Yo no quiero estar con ello.

-¿Por qué no? Se nota que eres como ellos.

-¡Hey! ¡Eso no es cierto! -dijo ofendido.

-Ya vete -dijo irritado.

-Nah -dijo tranquilo.

-¡Esto tiene que ser una broma!

---

-Aquí es donde vives -dijo Vegeta viendo la casa del menor.

Después de una mini discusión, Gokú por fin cedió a que Vegeta lo acompañara a su casa, no estaba satisfecho con ello, pero ya no podía hacer nada.

-Sí, está es mi casa. Ya puedes irte.

-¿no me vas a invitar a pasar? ¿qué clase de modales tienes tú? -preguntó burlón.

-¡No! ¡No tengo modales! ¡Tú a mi casa no entras!

-¿por qué no?

-¿Para qué quieres pasar?

-Para conocer tú casa, a tú familia.

-Ni que fuéramos novios.

-Aún no lo somos, pero tengo que empezar por caerle bien a todos ¿no? -rió.

-Idiota.

-Quiero conocer a tú mamá.

Ese comentario dio en lo más profundo de su corazón, sabía que Vegeta no estaba enterado de que su mamá estuviera muerta, aún así; sintió que lo había hecho a propósito.

-¿Estás bien, Gokú? ¿por qué te pones así? ¿Fue algo malo que dije?

-Mi mamá murió hace cinco años -dijo con un hilo de voz.

Un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora