Capítulo 13

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Jungkook

Aquella sensación de que algo iba a suceder comenzaba a aparecer en mi interior y me sentía como la misma mierda al no confiar del todo en Jimin.
No quería que todo lo que sacrifique y obtuve por él se fuera al diablo por no pensar bien las cosas desde un principio, por que era más que obvio que esto no era una vida de novela, no era una fantasía producida por mi mente y mucho menos todo iba a salir perfecto como en mis sueños, no claro que no, esto era la realidad y como no fui capaz de ser racional ante esto simplemente ignoré la primera cosa que tuve que haber hecho antes de enamorarme de Jimin.
Saber quien era.
Estaba tan hipnotizado por su belleza , su aura inocente y pura que nunca tuve la maldita conciencia de hacerme esa pregunta y ahora, acá sentado frente a mi hermano, comienzo a cuestionarme todo lo que pensé que nunca me preguntaría.

-Jungkook...¡ hey Jungkook!- La voz de mi hermano me hiso despabilarme y por primera vez sentí que Yoongi no era el enemigo.
¿Que mierda me estaba pasando?

-Yo.. me tengo que ir- Titubie antes de pararme con un poco de dificultad.

Yoongi solto un suspiro y me indicó con la cabeza que me fuera.

-¿Sabes una cosa Jungkook?

-¿Qué? - logre espetar rumbo hacia la puerta. Nunca mirándolo a los ojos.

Tenia miedo de su mirada. De sus palabras.

-Realmente te considero mi hermano-

Me fui. Salí de aquella casa con un dolor en mi pecho y una duda clavada en lo más profundo de mi corazón.

Llegar a mi casa, lavarme, cambiarme, comer, limpiar, recostarme en el sofá, todo era tan ilógico y confuso que parecía tener síntomas de un resfrio (Saben no? Cuando parece que tienes un camión sobre tu espalda, tus ojos se cierran de manera inconsciente y tu cabeza parece caerse al suelo tanto asi que quieres morir?) Estaba en un modo vegetal absoluto y solo quería dormir al lado de Jimin. Quería que él estuviera a mi lado mientras lo abrazaba de espaldas y olía el hermoso perfume de su cabello, lo deseaba tanto maldita sea, tanto que dolía.

-¿Hyung? Hyung soy Jimin abre la puerta-

Y ahí estaba mi perdición otra vez.

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