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Capítulo 18: Especial Jungkook y Jimin

Y.. ¿Si les digo que estos son los últimos capítulos?
¡Que nervios! Nunca imaginé que este fic resultaría de esta manera..pero estoy satisfecha con la historia y si ustedes lo están me sentiré muy feliz♡♡♡
Perdón si me atraso en actualizar de nuevo..waah es que me fui de vacaciones y la playa me atrapó(? Jaja pero ya volví y acá estoy con lo último del fic♡♡
~Disfruten bebés~

Jimin miraba nervioso su teléfono móvil; quería que su hyung llamara.
No quería repetir la misma historia que antes. Amaba demasiado a Jungkook para soportar perderlo por cometer un error por segunda vez.
Solo rogaba por mantenerse él mismo en toda la conversación.

Los pies del pelirosa se movían inquietos mientras se balanceaba en el columpio del parque cerca de su instituto. Nunca se imaginó estar en una situación tan difícil como aquella y la vida le parecía cada vez más oscura.
Los latidos de su corazón eran irregulares, su respiración era interrumpirada con largos suspiros de frustración cada cinco minutos; no aguantaba la ansiedad.
¿Que sucederá cuando vea a Jungkook y le cuente la verdad? ¿Podré realmente hacerlo? Y.. y si él no logra entenderme? Si mi otro yo no acepta a Jungkook ¿Qué haré?

Cerrando los ojos y dejando que la suave brisa que comenzaba a salir a flote esos días lo hiceran estremecerse, logró  poder calmarse un pequeño porciento de lo nervioso y asustado que estaba.

"Solo hazlo Jimin". Se dijo a si mismo apretando los puños sobre la gruesa cadena del columpio.

Abrió los ojos con lentitud, tomó el teléfono y lo desbloqueo con toda la paciencia del mundo. Necesitaba calmarse y no pensar mucho en lo que podría suceder.

- ¿Jimin? ¿Estás ahí?  -
Sacudió su cabeza ligeramente cuando escuchó la voz de Jungkook responder el llamado.

- Hola Hyung- Dijo de manera suave.

-¿Qué sucede bebé? -

- ¿Puedo ir a tu habitación? Necesito verte...

- Claro cariño, pero ¿No quieres que vaya por ti?-

- No Hyung, ya estoy en camino-

- Te espero entonces-

- Te amo Jungkook-

- Te amo Jimin-

Cuando la llamanda terminó sus lágrimas no aguantaron y salieron como nunca lo habían hecho.
Dejó de  columpiarse. Guardó su teléfono y comenzó a caminar en dirección al dormitorio de Jungkook.
No estaba lejos y sus lágrimas lograron cesar al tiempo que se acercaba a su destino.

Su caminar era sumamente lento, como si no quisiera llegar nunca al encuentro con Jungkook y solo quisiera perderse en el camino y jamas aparecer de nuevo.

Pero tarde o temprano tenía que hacerlo y así lo hizo. Se paró justo enfrente de los dormitorios.
El de Jungkook estaba en el segundo piso asi que optó por las escaleras. Era más tiempo para prepararse mentalmente.

Su cerebro se debatía si debía tocar la puerta o salir corriendo de nuevo al parque. Si lo hacía sería un idiota y si tocaba la puerta quizás moriría de los nervios.
-Mierda- susurró entre dientes - soy lo más idiota que...

-¿Jimin?-

El pelirosa dio un pequeño salto del susto cuando escuchó la voz de su hyung interrumpir sus quejas y ni siquiera notó cuando fue arrastrado hasta el interior del dormitorio.
El  trance en el que se encontraba era demasiado profundo.

Los brazos de Jungkook rodeaban la pequeña cintura de Jimin con fuerza e ilusión, pero era miedo lo que más tenía.
Miedo de perderlo y jamás poder enteder lo que ocurría en la cabeza del pequeño.
Por que Jungkook se negaba a creer que Jimin era mayor que él, y más se negaba a entender las palabras tan desagradables que había usado su hermano para describirlo.
Jimin era perfecto ante sus ojos. Nadie podría cambiar sus sentimientos.

Sentados en la cama del dueño de casa, se miraron a los ojos. Se observaron con detenimiento, con miedo pero por sobre todo; terror.
Jungkook temía lo que Jimin podría decirle.
Jimin temía lo que Jungkook podría pensar de él.

- Habla Pequeño- Pronunció el pelinegro para incentivar al menor a hablar. - Tengo miedo pero habla de una vez  Jimin-  su voz se quebraba, temblaba y dolía. Jungkook nunca se había sentido tan asustado en su vida.

- Yo..- La pequeña voz de Jimin se sentía temblorosa, incluso estaba peor que la de Jungkook.
Sus manos tantearon el borde de su camiseta, tomándola y sujetando con fuerza el dobladillo de color azul cielo. - Dios.... no quiero perderte Hyung-

- No lo harás Jimin- Soltó de inmediato el mayor de los dos.
Casi en ese segundo se acercó al pelirosa y tomó sus manos entre las suyas; fue lo mejor que pudo haber hecho en todo el día.
La ligera sonrisa de Jimin. La sonrisa de Jungkook en respuesta y un mundo de amor y esperanza era lo que rodeaba la vida de aquellos dos jóvenes.
La mano de Jungkook sostenía la del menor con delicadeza, mientras la otra subía  lentamente hasta su mejilla; acariciandole de manera dulce,tierna. Estaban embriagados de la presencia del otro. Llenándose del contacto de sus cuerpos. Querían tenerse para siempre.

- No te merezco Hyung.. no soy normal-

- Tu eres perfecto para mi Jimin-

Jimin quería preguntar porqué lo amaba tanto. Que hizo para merecer tanto cariño de Jungkook, pero las palabras solo no salían de su boca.

Cerrando sus ojos, se acercó al mayor. Recargando su cabeza en el hombro de su hyung dio un largo suspiro y habló.

- Estoy enfermo Jungkook-

El cuerpo del pelinegro se tensó, todo en él parecía retorcerse de las emociones que esa simple frase le habían causado.
¿Enfermo? ¿Jimin enfermo?

- ¿De qué.. hablas...? - Murmuró separándose para mirarlo a la cara.

Sus ojos buscaban alguna señal de deterioro por parte de Jimin. Algo que le diera una señal de su enfermedad; pero nada pudo encontrar.

jimin negando con la cabeza hiso captar la atención de Jungkook.

- No Hyung, no por fuera. Si no por dentro-

- Jimin no te en...

- Tengo un Trastorno mental-

La cabeza de Jungkook parecía a punto de colapsar ante aquella declaración tan intensa.
Mentiría si dijera que no se asustó.
Todo en ese momento le parecía una mentira.

- Yo.. a veces  no soy yo Jungkook-

- ¿Tu..

- Tengo otra personalidad-

- Mierda Jimin.. yo no se

- Más respeto que soy tu Hyung Jungkook -