Despertar Contigo [Eren y Levi] ✓

3. El es mío

Capítulo tres.

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—Veamos... —Levi hace una pausa. Sus ojos evaluando la comida que les queda—Tenemos...casi nada que sea comestible.

Despreocupado deja caer las puertas del almacén de comida.

—¡¿Eren, estas listo ya?!—Le grita al menor para que este le escuche desde la cocina al cuarto.

Un pequeño pueblo es toda la civilización cercana en kilómetros, ubicada al norte del bosque en el que actualmente viven los chicos.

—Ya nos podemos ir—Eren se deja ver por Levi. Su vestuario de una sudadera y la capucha puesta en la cabeza. Algunos cabellos revueltos escapando del gorro. Unos pantalocillos cortos poco usuales, que le quedan un poco flojos.

—Claro, ahora podemos salir a asaltar, pareces un ladrón muerto de hambre—. Levi quien trae puesta ropa más formal, tampoco pasa desapercibido. Pantalon negro formal y una blusa blanca a conjunto.

—A mi me parece más discreto que el atuendo que llevas puesto, pareces de esos ricachones despreocupados—El castaño se cruza brazo y Levi se acerca con la expresión seria. Le baja la capucha dejando ver el cabello rebelde del chico.

Pasar desapercibidos, fue una de las peticiones que les dio el comandante. Nadie puede saber que son solados, en esta situación son simples viajeros que estan de paso.

—Levi... —Eren nombra al de menor estatura. Levi va a unos diez pasos adelante de Eren, guiando el camino.

—¿Si?—Pregunta relajado.

—¿Ya habías estado aquí?

—Nunca antes de que me dijeran que debíamos venir—Hace una pausa para limpiarse el polvo de los zapatos—Pero cuando lo supe, vine a conocerlo de ante mano.

¡Por fin! Una salida del escombroso bosque. El pueblo tiene ese aroma a heno y también el del pan que se, esta horneando a unos cuantos pasos de los muchachos.

—Andando y no te separes de mi—Le pide, o mejor dicho le ordena Levi a Eren.

De un puesto a otro, hacen solamente las paradas necesarias para llenar la alacena con comida para el mes. En su camino se encuentran con personas que sonríen, algunas tienen la pinta de que solo han llegado a robar y otros con el estrés por los quehaceres en sus puestos de ventas.

Pero dos personas llaman la atención de ambos hombres, una pareja de hombres caminan despreocupadamente tomados de la mano como una pareja lo haría. Levi discretamente los ve de reojo, sintiendo como un enorme nudo aprieta su garganta.

El castaño los ve descaradamente sin darse cuenta de sus propios actos. No podía evitar verlos tanto, era algo que no veía a menudo y por alguna rara motivación el recuerdo fugaz de estar sobre Levi apareció en su cabeza.

Maldiciendo por lo bajo y sacudiendo la cabeza saca ese pensamiento erroneo de él.

—Casi que términamos, solo iré por queso y leche—. Juntos van al puesto donde venden todo tipo de lácteos o por lo menos, los conocidos en su mundo. Pero Eren curioso, se separa para ir a usmear a un puesto de artesanías.

Llamándole la atención una pieza extraña y bonita.

—¿Buscas algo chico?—Un hombre de mala pinta le sale al paso al chico.

—Nada, sólo miraba—Echa un último vistazo antes de dar media vuelta pero aquel tipo se le atraviesa impidiendole pasar como un muro intimidante.